El torneo avanza y la mayoría sigue atorada.
Al jugarse esta Jornada 7 de media semana, la indefinición es la regla y el rumbo fijo la excepción.
Rebasado el primer tercio de la Fase Regular, casi casi llegando a la mitad, en términos generales solamente tres equipos han desplegado el futbol que se espera de un aspirante al título: los Pumas, el América y el Monterrey.
Aunque no pueda ni deba desdeñarse el futbol que han jugado y los puntos que han cosechado otros siete equipos (el Toluca, el Santos Laguna, el León, el Morelia, los Xolos, el Necaxa y el Puebla), son los tres contendientes antes mencionados los únicos que han alcanzado ese juego de auténticos candidatos al título.
Los Pumas bajo la acertada dirección de David Patiño, con un plantel menos poderoso que los otros dos, pero sacándole cabal provecho, como ningún equipo ha sido capaz de hacerlo con el propio.
El América, con una cara sustancialmente mejor a la exhibida en el anterior torneo, cada vez más compenetrado en esa forma de jugar que muchas veces ha distinguido a los equipos dirigidos por Miguel Herrera.
Y el Monterrey de Antonio Mohamed, a pesar del inicio incierto y de algunos altibajos, paulatinamente acercándose al futbol vistoso y contundente que ha sabido desplegar desde hace buen rato.
Así avanza el torneo, con diez u once competidores indecisos, equipos cuyas aspiraciones siguen siendo protegidas mucho más por el benévolo sistema de competencia que por sus propios méritos.
Con cuatro que deben preocuparse por otro asunto, el de su permanencia en Primera División: el Veracruz, el Querétaro, el Atlas y los Lobos.
Y entre los demás, la mayoría sin el nivel y la consistencia necesarios para competir con buenas probabilidades de éxito, con verdaderos argumentos de aspirante a campeón.
Hasta el momento, solamente tres: los Pumas, el América y el Monterrey.
¿Algún otro que se anime?
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