Sueño de un faraón
 
¿Quién dice que el futbol no es un escape en medio de un país turbulento? ¿Quién asegura que a través de los futbolistas las personas no encuentran una luz de esperanza?

Si es importante o no, eso cada quién lo decide. Lo que es un hecho es que el balompié rompe fronteras y en medio de un país que no se distingue por ser futbolero hay una historia que inspira, que anima a salir adelante.

Como muchos, su padre quería que estudiara, pero el extremo izquierdo se aferró a su sueño y ahora está en la antesala de ser una figura de talla mundial. Le falta marcar diferencia en un Mundial... y ahí viene Rusia 2018.

De niño, tenía que abordar cinco autobuses para que lo llevaran al entrenamiento de su club Arab Contractors, para entonces, el cambio radical de su papá fue clave, pues a pesar de que no lo quería ver como un futbolista lo apoyó.

Mohamed Salah Ghaly (15 de junio de 1992, El Gharbia, Basyoun, Egipto) el chico de los rizos, ese que no quería ser defensa aunque su técnico en las inferiores se lo pidiera, ahora es toda una figura en un país en el que Messi o Cristiano Ronaldo mandaban en cuanto a seguidores, pero ahora no... ahora todos buscan a su ídolo, al que incluso físicamente se les parece.

 
 
EL DESTINO
 
Como todo tiene un origen, el de Salah se dio gracias a un partido solidario que el Basel suizo organizó contra la Sub 23 de Egipto, debido a los los 74 muertos que resultaron tras los enfrentamientos entre los fanáticos de los equipos Al-Ahly y del Al-Masry.

En su país, ya le conocían su condiciones, pero no en el mundo. En ese partido, en el que marcó un doblete, llamó la atención del Basel y el club suizo lo fichó tras realizarle una prueba.

Luego de dos años, su peculiar estilo llamó la atención del Chelsea, y aunque no le fue nada bien en la Premier League, al menos en su primera etapa, después iba a tener una segunda oportunidad.

Su destino estaba en el Calcio, donde jugó con la Fiorentina y la Roma.

"Sinceramente, no estábamos esperando un impacto como este. Sabíamos que Salah era fuerte, pero un inicio como este va contra las expectativas de cualquiera", aseguró en su momento Vincenzo Montella, ex técnico de la Fiorentina.

La nota en Italia se le llevó Mohamed, pues gracias a su nivel y a que estaba guiando a Egipto al Mundial, la Roma logró la venta más cara en su historia. El Liverpool lo compró. Aunque aceptaron que fue una adquisición muy costosa, hoy en día saben que en el verano, después de la Copa del Mundo, lo pueden negociar en un precio más alto. Negocios del futbol, a final de cuentas.

 
 
PENAL HISTÓRICO
 
A nivel de clubes Salah ha tenido éxito redondo. Sus camisetas están entre las más vendidas en cada club en el que juega, en sus redes sociales tiene muchos seguidores, pero más allá de esto, uno de sus logros que marcó su historia y la de Egipto fue tras cobrar un penal.

En tiempo de compensación, en un partido definitivo entre Egipto y Congo, se marcó un penal. El partido estaba empatado. Todos se volteaban a ver, la responsabilidad era muchísima, del tamaño de África.

Fue Salah el que tomó el balón desde los once pasos y le dio el boleto a los faraones a una Copa del Mundo luego de 28 años de ausencia. Jolgorio total: el ídolo que ya venían siguiendo los egipcios se consagró de alguna manera, pues gracias a su gol una vez más respirarán aires mundialistas.

Con los brazos abiertos agradeciendo a los espectadores, así Salah gozó ese gol. Las narraciones rayaron en lo más emotivo posible.

"Sin duda, es la estrella del equipo. Pero lo que nos ha llevado a clasificarnos para el Mundial es la humildad de todo el equipo, incluido Salah", dijo el técnico argentino de la Selección de Egipto, Héctor Cúper, a Marca.

Luego, cuando le cuestionaron si su número 10 tiene nivel para jugar para el Real Madrid, sin pensarlo dijo que sí.

"No tengo ninguna duda de que Salah tiene calidad para jugar, y mucho, en el Real Madrid. Es incuestionable", aseguró.

"Que tiene nivel para jugar en el Real Madrid seguro, es un jugador muy rápido, técnicamente bueno, define bien... Yo creo que eso, para el Real Madrid sería bueno".

Por lo pronto, juega en el Liverpool, donde tiene unos números de cuento de hadas. Ha marcado 26 goles en 33 partidos en todas las competencias.

 
 
TODO UN FARAÓN
 
En murales, en publicidad, en radio, en TV en periódico y por supuesto en las redes sociales, Salah es el pan de cada día en Egipto.

Según el diario Chicago Tribune, en su edición de Año Nuevo, el periódico egipcio Al-Watan le dedicó al delantero 9 páginas de las 16 que imprime. En la portada se podía ver el encabezado: "El Faraón: Júbilo de 2017 y esperanza de 2018".

La estima hacia Salah creció aún más, cuando donó el dinero a la escuela de su pueblo tras vender una residencia que recibió como regalo de uno de los empresarios más ricos de Egipto. El millonario lo había premiado por anotar el penal que los metió al Mundial Rusia 2018.

Las publicaciones de Salah son diarias. No hay día en el que no le sigan la pista de su paso con el Liverpool de la Premir League, donde su paso seguramente no durará mucho, pues los grandes clubes ya andan tras su talento, pero sobre todo tras la figura mediática en la que se ha convertido.

 
 
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