De retache
 
 
Terminada la accidentada novela de Oswaldo Alanis con las Chivas, ahora lo que se viene en el redil es una sacudida estructural que planea hacer el dueño.

De entrada, no les extrañe que José Luis Higuera no aparezca más en gestiones cercanas al equipo, sobre todo con los jugadores, con eso de que Omniyorch desea que se enfoque más en su rol de CEO de Omnilife.

O sea, el "Tío Higuera" podría quedar fuera del Guadalajara, al menos en el contacto directo con el plantel, después de la desgastada gestión que tuvo en el caso del "Hummels" de Michoacán.

Al final, Jorge Vergara cumplió con lo de tomar soluciones rápidas, cuidar al jugador, tener un arreglo en el que acepte perder parte de la inversión sobre el mismo y limpiar la imagen del club.

Higuera vuelve este fin de semana de sus vacaciones por Europa y posiblemente para entonces ya sabrá si habrá castigo o no, porque fue el responsable de todo el manejo del asunto.

Desde ayer en diversos espacios, en los que salió a calmar las aguas para anunciar el final feliz con el defensa, avisó que hará cambios en la organización directiva, aunque no contempla el restaurar la desaparecida figura del director deportivo ni la de presidente del equipo.

Conociéndolo en su faceta de darle oportunidad a nuevos valores, que no les tome por sorpresa que Vergara tenga en mente nombrar a una especie de delegado deportivo con un joven ex futbolista, alguien de pasado chiva que tenga un perfil con buena aceptación entre los pateabalones.

Necesita a alguien que pueda suavizar un conflicto como la renovación de contratos, tenga presente con anticipación los tiempos de renovación y sirva para sensibilizar a los futbolistas y a sus agentes, para que entonces el encargado de autorizar las firmas sólo presente el contrato, sin el desgaste ni roce que vivieron con Alanís.

Para ese cargo no sólo se requiere alguien que conozca el sentir del futbolista, sino a alguien con preparación.

¿A quiénes ven con ese perfil?

 
 
La maldad
 
 
Muy sentido apareció ayer Matías Almeyda al acusar a algunos medios de haber sido expuesto como el villano en la novela Alanís, argumentando que se desvirtuó lo que originalmente sí dijo, que al final dijo que no era lo que dijo, pero que dijo y fue como dijo. ¿Ustedes entendieron?

"¡Cuánta maldad!", se quejó el "Pelado".

En realidad Almeyda sí dijo y muy claro hace una semana, que aunque le quedaban seis meses de contrato, al Hummels de Michoacán no lo pondría por no tener resuelta su situación, o sea, por no haber renovado y por ser un activo que se le escaparía libre al club, porque tiene un sueño europeo.

Ayer dijo que siempre quiso al defensa en el equipo y que por eso intervino para que se solucionara el tema y hubiera un arreglo. Si así fue, ¿por qué no lo hizo antes de que lo marginaran de la pretemporada?

Así se habrían evitado toooodas estas broncas y lo que al final en realidad pasó, que él saliera raspado en la imagen ante los futbolistas, por ser institucional antes que mediador.

Por cierto, Alanís dijo que nunca ha jugado por dinero... ¿o sea que tranquilito si no le pagan una quincena?

 
 
Berrinche
 
 
Salió echando mentadas en inglés y manoteando; cuando llegó a la banca luego de que José Guadalupe Cruz lo sacó de la cancha, aventó una espinillera.

El chiste es que el berrinche que se aventó Ravel Morrison anoche en el Estadio Jalisco es de llamar la atención.

A pesar de que la afición lo aplaudió, el británico mando a Manchester a todo el que se le pusiera enfrente. Al "Profe" Cruz no lo saludó, vayan ustedes a saber si porque le quedó lejos, porque no le pareció su salida o por el ritmo tan lento que trae.

Lo de Ravel se suma a la pésima actuación del Atlas frente al Veracruz, porque el escenario luche sombrío. Más allá de que sea el inicio de la campaña, no se un buen futuro con papelones como el de anoche.

De Ángelo Henríquez y Alexi Gómez hablamos luego, porque van a decir que están en el famoso proceso de adaptación.

A ver si no les les hace tarde.

 
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