Con sobrados merecimientos, el Monterrey se coronó el jueves como campeón de Copa.

Superando ampliamente al Pachuca, a pesar de vencerlo apenas con un apretado uno-cero, la escuadra de Mohamed terminó un 2017 en el que su futbol, junto con el de los Tigres, sobresalió claramente del jugado por el resto de los equipos, a pesar de lo cual las ejemplares Chivas ganaron los primeros dos de los cuatro títulos en disputa.

Para lo que el Monterrey jugó a través del año parece poco este título, que de cualquier forma se convierte en un merecido bálsamo que seguramente terminará de convencer a dirigentes y técnico de seguir con este proyecto muy bien encaminado.

Ahora, trasladados a otros lares, empieza este sábado con el partido que cierra el año: Real Madrid vs. Barcelona.

Con el duelo entre los dos mejores equipos españoles y dos de los cuatro mejores del mundo, finaliza el 2017 cuando apenas llega a la mitad el "año futbolístico".

Dos equipos que el pasado 23 de abril brindaron el mejor partido del año... y de muchos años.

Con el triunfo del Barcelona en aquel memorable encuentro, "se apretó" una Liga que el Real Madrid se encargó de ya no soltar en los siguientes partidos.

En esta ocasión, con mucho más camino por recorrer, los dos grandes adversarios llegan al Santiago Bernabéu en condiciones opuestas, con el Barcelona 11 puntos arriba después de 16 jornadas. Es decir, con la necesidad del Real Madrid de reducir a OCHO esa desventaja, para contar con la posibilidad de ponerla en CINCO al jugar su partido pendiente.

En cambio, una victoria catalana pondría en 14 puntos la distancia entre ambos, prácticamente insalvable aunque todavía queden 21 jornadas por jugarse.

Pero más allá de los números, está el futbol que ambos equipos son capaces de jugar, como brillantemente lo confirmaron en aquel inolvidable partido de abril.

A ver si lo ratifican hoy, para cerrar el año, en lo que a futbol se refiere, con inmejorable broche.

 
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