La jornada dominical concluirá con una nueva edición de la rivalidad más intensa de los últimos tiempos en la NFL. Y aunque los Acereros parecen navegar irremediablemente rumbo al título divisional y los Cuervos siguen batallando para ganarse un sitio en Playoffs, el duelo tiene ingredientes de sobra para etiquetarlo como el enfrentamiento más atractivo de la Semana 14.

Pittsburgh viene de un par de victorias "in extremis" frente a rivales que, en el papel, no tendrían que haberle complicado al vida a la escuadra de Mike Tomlin. Y si bien es cierto que salir con la mano en alto en ese tipo de partidos es fundamental cuando se pretende llegar lejos, también es evidente que el nivel mostrado pareciera no ser suficiente para aspirar a competir con los pesos completos de la Liga. Además, la lamentable lesión de Ryan Shazier, un hombre fundamental e insustituible en el esquema defensivo de Keith Butler, pudiera mermar a una unidad que si bien se ubica como una de las que menos puntos permite por partido, ha sido susceptible a permitir jugadas de largo yardaje.

Es por ello que, de cara a la recta final y a su inminente comparecencia en los Playoffs, los compromisos de esta noche ante Baltimore y del próximo domingo ante Patriotas, serán un termómetro muy valioso para calibrar los verdaderos alcances de los Acereros.

Mientras tanto, el equipo dirigido por John Harbaugh parece estar replicando el patrón que en años anteriores los ha llevado a ser un rival incómodo y muy competitivo en la postemporada. La defensa, encabezada por el eterno Terrell Suggs, que pasa por uno de los mejores momentos de su larga carrera, es una unidad agresiva y muy sólida.

Los equipos especiales, en donde Justin Tucker es la pieza más valiosa, son los mejores de la Liga, mientras que Joe Flacco y la ofensiva han dado muestras de haber dejado atrás una mediocre primera mitad del calendario.

Tras haber sido barridos por Pittsburgh en el duelo de la Semana 4, los Cuervos buscarán no solo reivindicarse y mantenerse en control de su destino, sino confirmar que tienen las credenciales como para ponerle cara a los mejores equipos de la Conferencia Americana.

Lo que es altamente probable es que, a pesar de lo sucedido el lunes en Cincinnati, el partido de hoy vuelva a jugarse al límite del reglamento. Y es que si bien el objetivo de ambas escuadras en la campaña trasciende el enfrentamiento de esta noche, es evidente que para ambos equipos sería muy reconfortante complicar las aspiraciones de su acérrimo rival pensando en la recta final.

 
 
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