Las bolas calientes Maradona es admirado y querido por muchos por estos lares, porque fue aquí donde mostró el pináculo de su habilidad con el balón. ¿Quién no recuerda o ha oído hablar de la Mano de Dios o del Gol del Siglo? Sí, desde aquí, México, Diego conquistó al universo con su privilegiada zurda.
Con ese recuerdo imborrable, esperábamos que no sacara de la pecera del Grupo F la bola que sentenciaba a la Selección a enfrentar al campeón del mundo. Lo sabíamos de antemano, esa mano no era santa: salió México.
El Tricolor quedó acomodado en el peor de los grupos posibles. De inmediato regresaron a la mente colectiva los cuatro goles que nos atascaron en la Confederaciones; la vez en que los tuvimos en un puño y los dejamos ir, en Francia 98; cuando a pesar de la metralla y con un gol anulado a Francisco "Abuelo" Cruz, México se despidió de su Mundial en 1986, y la peor de todas, cuando nos metieron seis, en Argentina 78.
Cualquiera de esos recuerdos o conocimientos históricos futboleros nos hicieron pensar en una realidad innegable: Alemania es invencible, por lo menos para nosotros.
¿Por qué, Diego, si nos quieres y te queremos? Recuerda el Estadio Azteca y cómo la gente coreaba tu nombre. Saca otra esfera, ¡por favor!
Dicen que de la muerte y la suerte nadie se escapa.
¿Habrán pensado lo mismo los suecos y los coreanos?
CONSPIRACIÓN En principio, el sorteo de la Copa del Mundo de la FIFA y otros torneos futboleros, como la Copa América, la Confederaciones y la Eurocopa, está basado totalmente en el azar.
Sin embargo, el máximo organismo del futbol mundial consideró apropiado señalar que en la lotería en el Kremlin no había bolas calientes.
"Llevo ya tres sorteos y les aseguro que no va a haber bolas frías ni calientes", dijo Chris Unger, director de competencias de la FIFA, un día antes del sortero, con el afán de abatir suspicacias.
Lo de la temperatura de las bolas tiene que ver con uno de los más antiguos mitos de la historia del balompié. Se supone que cada una de las esferas, en cuyo interior se encuentran papelitos con los nombres de las Selecciones, tiene temperaturas diferentes.
Si unas se ponen a enfriar en un congelador, otras en una hielera y unas más se dejan a temperatura ambiente, las manos santas ya saben cuál tienen que sacar primero, para que los grupos queden acomodados a la conveniencia de los más poderosos.
"Puede tocarlas, verá que no se ven diferentes, no se sienten diferentes, no tienen temperaturas diferentes", añadió el funcionario.
Ese día, pensarán los sospechosistas, no eran diferentes, pero ¿podrían asegurar que sería así a la hora del sorteo?
"Nos resulta más fácil aceptar una teoría de la conspiración en la que alguien maneja los hilos, porque la realidad... la realidad es mucho más caótica y azarosa, y es muy difícil asumir algo así", opina Kate Starbird, catedrática de la Universidad de Washington, al hablar sobre algunos de los hechos violentos en Estados Unidos en los últimos años.
Pero las palabras de Unger no eran gratuitas, porque en 2016, el depuesto presidente de la FIFA, Joseph Blatter, señaló la existencia de sorteos arreglados- "Artemio Franchi (ex presidente de la UEFA) lo hacía para el sorteo de los torneos de clubes", aseguró Blatter.
"Yo no lo hice para el Mundial 78, pero con mi magia lo hacía todo. Otra vez: es broma. El sorteo era limpio hasta el último detalle. Yo jamás toqué las bolillas, cosa que otros sí hacían. Claro, se les puede señalizar, calentándolas o enfriándolas. Fui testigo de sorteos, a nivel europeo, en los que eso sucedió. Pero nunca en la FIFA".
A pesar del chascarrillo, las palabras de Blatter podrían tener poca credibilidad después de que en su gobierno se desató el escándalo de sobornos para asignar sedes para la Copa de Mundo, sobre todo en la parte de "es broma".
SOSPECHOSO En diciembre de 2005, en Liepzig, se sortearon los grupos de la Copa del Mundo de Alemania. Entre las estrellas con manos santas estaba el legendario Pelé.
El astro brasileño vaticinó que a la Selección de Argentina, rival histórico en el futbol de su país, le tocaría competir con de Holanda. La Albiceleste era cabeza del Grupo C.
O Rei caminó hasta la posición del director de Comunicaciones del Mundial, Markus Siegler, y leyó el nombre de Holanda. En ese momento, el brasileño sonrió.
De nuevo, muchos habrán pensado que le deseaba mal a los argentinos, peeeeero también que se trataba de una bola caliente.
La sabiduría popular en el tema de las conspiraciones tiene la idea de que Brasil se dejó perder en la Final de la Copa del Mundo de Francia 1998 y que parte de la jugarreta era poner de titular a Ronaldo, quien una noche anterior había sufrido un ataque de ansiedad en la concentración.
La fábula es que la FIFA le otorgaría mucho dinero a los amazónicos y los franchutes pagaron 28 millones de dólares en efectivo para ganar el trofeo, pero eso no es todo, porque el organismo futbolero le garantizaría a Brasil un camino sencillo en Corea-Japón 2002 para obtener su quinto título y que, además, organizaría el torneo en la siguiente década.
Sí, Brasil venció a Alemania 2-0 en Yokohama para coronarse y fue sede del torneo en 2014, claro, después de Sudáfrica, que supuestamente estaba vendida por Blatter para 2006, pero los alemanes salieron más vivos.
Y también dicen por ahí que Estados Unidos no asistirá al Mundial de Rusia como castigo de la FIFA por ser el responsable de destapar la cloaca de los sobornos, a través del FBI. Las risas diabólicas, entonces, habrán sonado en alguna oficina en Zúrich cuando Las Barra y las Estrellas no pudieron siquiera empatar con Trinidad y Tobago en la última fecha de la eliminatoria de la Concacaf.
Hay otras teorías que afirman que el futbol es un instrumento de los Iluminati y presentan pruebas irrefutables: la cancha es rectangular, igualita que las cartas de tarot, y de color verde, como el dólar, que por cierto, tiene el ojo en la pirámide -uno de los símbolos esotéricos más famosos del mundo-, y en la cancha se enfrentan 22 jugadores, justo el número de Arcanos Mayores de la baraja tarotista.
Pero como dijo Blatter, por lo menos de mi parte: es broma.
SUERTE Enfrentar a la Mannschaft en fase de grupos es una suerte que le ha tocado a muchos en el Mundial, incluido México, pero como dato curioso aparece que Brasil no lo hizo hasta la Final de 2002. La segunda fue en 2014, con un escandaloso 8-1 a favor de los alemanes en Semifinales.
Como sea, al Tricolor le tocó bailar con la más fea y el único consuelo que nos queda es que Suecia y la República de Corea también lleva las de perder y siempre hay un segundo lugar de grupo.
Pero si México avanza, muy probablemente enfrente a Brasil en Octavos de Final.
Suerte perra... mejor para la otra.
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