Parece que existe una tormenta previa a cada partido de la Selección Mexicana y de acuerdo a los registros: inevitable. Esta vez no ha sido la excepción y, en buena medida, responsabilidad de la misma gente del representativo tricolor.
Es de todos conocido que incluso desde antes que se diera a conocer la lista de 26 convocados para los partidos ante Bélgica y Polonia, los nombres de Uriel Antuna y Omar Govea fueron el tema más comentado y a la vez, criticado.
Una lástima restar atención a enfrentar a rivales que serán cabezas de grupo en la próxima Copa del Mundo, por un asunto verdaderamente trivial. El tema de los 2 juveniles era muy fácil de justificar desde un inicio, y no requería mayor explicación: cuando a Juan Carlos Osorio se le preguntó sobre los llamados, su declaración se convirtió en un meme al mencionar que se les convocó "por encontrarse a 45 minutos de distancia".
Lo cierto (y lógico) es que a Govea y Antuna se les invitó, en términos de Javier Aguirre: "para olerlos". Es decir, para conocer a 2 excelentes prospectos, quienes seguramente son de gran utilidad en ciertos trabajos y que debieron ser convocados formalmente para que sus respectivos clubes pudieran cederlos.
Las cosas eran sumamente confusas incluso para ambos, a tal grado que en sus respectivas entrevistas ante los medios de comunicación, se mostraron ilusionados por debutar y tener minutos con la Selección Nacional.
Al no existir una explicación previa sobre la convocatoria de estos jugadores, los medios de comunicación, con todo derecho, especulamos con el término: 'abaratar los llamados a la Selección Mexicana'.
La experiencia de Govea y Antuna por unos días junto a los mejores tricolores de la actualidad es invaluable, y sin duda motivante para continuar con el cumplimiento de sus metas, tanto en el Muscron de Bélgica, como en el Groningen de Holanda, respectivamente.
Una vez llegado el primer encuentro en Bruselas, los reflectores, afortunadamente, apuntaron hacia otro lado gracias a la muy buena exhibición del Tricolor ante el número 5 del mundo. Personalidad, convencimiento, credibilidad en su DT, evidente aprendizaje de dolorosas derrotas, agresividad al frente y, en todo caso, falta de equilibrio entre ofensiva y defensiva y falta de equilibrio entre quienes fueron sobresalientes y quienes se han quedado por debajo de las expectativas. Govea y Antuna, de manera congruente, fueron los únicos que observaron el partido desde la tribuna.
Para el encuentro ante Polonia los juveniles seguramente ocuparán un lugar en la banca, debido a las lesiones de Álvarez y Chicharito. Un acercamiento más, una experiencia más, que a estas alturas de su carrera era inimaginable.
Antuna y Govea: la nueva sangre que hoy conoce el DT nacional y no la convocatoria barata.
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