El día que toda la afición de Dallas temía, está aquí. Tras un largo proceso legal al que ha sido muy complicado seguirle la pista, y que todavía no termina, los Vaqueros tendrán que jugar su primer partido sin su corredor estelar. Ezekiel Elliott no podrá estar hoy en la cancha para el partido contra Atlanta, y todo hace suponer que estará fuera de actividad al menos durante los próximos tres duelos de su equipo.
Más allá de poder determinar si Elliott es culpable o si el castigo es justo o no, está claro que el reto para la escuadra de Jason Garrett es mayúsculo.
La línea ofensiva sigue siendo de élite y una de las mejor calificadas en la NFL, a pesar de que La'el Collins ha batallado para adaptarse a su posición como tacle derecho y Jonathan Cooper no termina de elevar su nivel al del resto de sus compañeros.
Aun así, no estoy seguro de que Alfred Morris, Rod Smith y Darren McFadden vayan a poder suplir la explosividad y la potencia de Elliott.
Lo anterior puede provocar que la ofensiva empiece a encontrarse en situaciones de segunda y tercera oportunidad y largo yardaje con mayor frecuencia, lo cual aumentará la presión y la responsabilidad para Dak Prescott.
Y si bien es cierto que el mariscal de campo de segundo año ha demostrado ser un jugador maduro y con dotes de líder, está claro que la presencia de uno de los mejores corredores de la NFL en las dos últimas campañas le ha facilitado el trabajo.
Por otra parte, la defensa, que ha mostrado ser una unidad competitiva y muy bien entrenada por Rod Marinelli, también podría extrañar a "Zeke".
Y es que otra de las grandes ventajas de contar con Elliott es la posibilidad que tiene la ofensiva de correr el balón para preservar la ventaja en el marcador y quitarle tiempo al reloj en la recta final de los partidos.
Ésta es una virtud poco apreciada por la mayoría de los fanáticos, pero increíblemente valiosa, sobre todo cuando la defensa es un proyecto exitoso, pero aún en construcción.
Si el juego terrestre pierde efectividad y los Vaqueros son incapaces de ponerle hielo a sus victorias con el balón en su poder, la defensa podría verse expuesta a situaciones extremas y mostrar vulnerabilidades que hasta ahora no le hemos visto.
Dallas, con "Zeke" Elliott en el terreno de juego, es un equipo candidato a llegar lejos en Playoffs, mientras que sin él, podrían batallar para ganarles a los pesos completos de la Liga.
Si los Vaqueros son capaces de seguir ganando y mantenerse en la pelea a la espera del regreso de su corredor estelar, la escuadra de la estrella solitaria será un hueso muy duro de roer en los meses de diciembre y enero.
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