Hacía muchos años que la NFL no vivía una jornada con tantas historias tan desafortunadas, tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Estoy consciente que las lesiones son parte inherente de un deporte así de violento, que el poder y los negocios generalmente caminan de la mano, que el padre tiempo no perdona y que tristemente, las adicciones son parte de nuestra sociedad.
Aun así, reconozco que me han sorprendido la magnitud y la trascendencia de los acontecimientos más relevantes del pasado domingo.
J.J. Watt y Odell Beckham Jr., son dos de los jugadores más talentosos, carismáticos e influyentes en toda la liga. Las lesiones que los dejan fuera por el resto de la campaña son dos golpes durísimos para Gigantes y Texanos, pero son también una muy mala noticia para la NFL.
Watt sigue batallando para mantenerse sano y no estoy seguro de que algún día recupere el nivel que lo llevó a ser tres veces el Defensivo del Año, mientras que la gravedad de la lesión de OBJ3 pone en duda su status de jugador de élite de cara al futuro.
Más allá de que su equipo lleva más de 20 años sin jugar un Super Bowl, Jerry Jones ha sido una figura fundamental para que la NFL sea haya convertido en la liga deportiva más poderosa del mundo.
Sus formas no siempre han sido las más ortodoxas, pero es innegable que su estilo osado y valiente, le ha redituado al resto de los dueños desde el punto de vista económico.
Aun así, la amenaza de dejar sin trabajo a cualquiera de sus empleados que se niegue a ponerse de pie durante el himno nacional, me parece un atentado imperdonable contra las libertades fundamentales que consagra la Constitución de los Estados Unidos, además de una señal de debilidad ante los lamentables ataques contra la liga y los jugadores de parte del Presidente Trump.
Ben Roethlisberger terminará su carrera en el Salón de la Fama. Pero tras lo visto en el duelo ante Jacksonville, el final de una trayectoria brillante pudiera estar más cerca de lo que suponíamos.
No solo jugó el peor partido de su carrera, sino que al final del mismo puso en entredicho su motivación y su capacidad para competir al máximo nivel. Se dice que cuando un deportista empieza a hablar de su retiro es que ya está retirado. Y hasta este momento de la campaña, ese pareciera ser el caso del "Big Ben".
Por alguna razón inexplicable, Chris Foerster decidió tomarse un video inhalando polvo blanco. Luego de que el material se hizo público, el entrenador de la línea ofensiva de Miami se ha quedado sin trabajo y ha declarado que buscará ayuda profesional.
Algunos pensarán que se trata de un hecho aislado, y puede que tengan razón. Para mí, este debiera ser un buen motivo para que la liga se tomara mucho más en serio su política antidoping, y sus mecanismos de educación y apoyo para jugadores, entrenadores, empleados y directivos que pudieran necesitar apoyo en su lucha contra las adicciones.
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