La historia de enfrentamientos entre Empacadores y Vaqueros está llena de episodios inolvidables.

Desde aquellos míticos duelos con Lombardi y Landry como protagonistas, hasta la dolorosa derrota de Dallas en la postemporada del año anterior. Cada vez que estos dos equipos se ven las caras, hay mucho en juego. Esta tarde en el majestuoso estadio que Jerry Jones construyó, no será la excepción. Green Bay y Dallas son dos pesos completos de la Conferencia Nacional y el enfrentamiento de hoy servirá como termómetro para que ambas organizaciones conozcan sus alcances cuando nos acercamos al primer tercio del calendario regular.

El equipo que dirige Jason Garrett viene de una derrota inesperada y preocupante ante los sorprendentes Carneros. Y es que de no haber sido por la incapacidad de la ofensiva de Jared Goff para entrar a la zona de anotación, el marcador habría sido mucho más abultado en favor de Los Ángeles. La ofensiva que lució imparable en la primera mitad no pudo mantener el ritmo ante los ajustes de Wade Phillips, mientras que, si bien es cierto que la defensa consiguió que siete ofensivas rivales terminaran con tan solo 3 puntos en contra, también está claro que fueron incapaces de contrarrestar el poderío ofensivo de los Rams.

Del otro lado, Aaron Rodgers sigue siendo un mariscal de campo de excepción, y aunque el juego terrestre es una gran interrogante debido a lesión de Ty Montgomery, el regreso de sus dos tacles titulares y la presencia del corredor novato Aaron Jones, pudieran hacer de la ofensiva una unidad más equilibrada. La defensa ha extrañado la presencia de Mike Daniels que aún en caso de jugar, podría no estar en su mejor estado físico y abrir una opción para que "Zeke" Elliot tenga una tarde productiva corriendo el balón.

Green Bay sigue siendo el favorito para ganar la División Norte de la Conferencia Nacional, pero los Leones de Detroit parecen tener argumentos como para complicarles la vida, por lo que cualquier tropiezo pudiera entorpecer las aspiraciones del equipo de Mike McCarthy. Mientras tanto los Vaqueros ya están un juego atrás de Filadelfia, y saben que Washington es también un muy buen equipo que convertirá la lucha por el título divisional en un agarrón de pronóstico reservado.

Así las cosas, la mesa parece estar puesta para que el partido de hoy termine siendo otro capítulo brillante en esta larga y rica historia entre dos de las franquicias más tradicionales en la NFL.

 
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