Por lo menos siete dueños de equipos se sintieron ofendidos por el protagonismo alcanzado por Jesús Martínez en las últimas semanas. Y no hablan públicamente de ello precisamente para no caer en lo mismo que el propietario del Pachuca.

Una buena gota que ayuda a llenar el vaso es una entrevista en televisión en la que revela cuestiones internas de la Asamblea y asegura que hubo presión para que no se ejerciera libremente el voto sobre los derechos de la Selección Nacional.

Fue poner palabras en boca de otros, que poseen autoridad moral y económica suficientes para defenderse solos. Y que además de ello, estuvieron presentes en la reunión para expresar con amplitud sus dudas y puntos de vista. No necesitaban un salvador, ni a un enviado tuzo que intentara romper la reunión agrediendo a dueños que sí lo son.

Las aseveraciones del directivo -y parte de la crítica- hacen ver a los demás como cómplices y manejables ovejitas. Estamos hablando de varios de los empresarios más importantes del País, muy por encima la mayoría de ellos de las razones y sinrazones futboleras.

Cada persona tiene una perspectiva diferente de las cosas, pero algunas invaden el derecho ajeno y eso anula cualquier buena intención.

En la citada entrevista, además de la sensación de sus colegas, se demuestra que el directivo actuó a trasmano, según lo determinan las actas de asamblea.

El 2 de noviembre de 2016, fue Jesús quien pidió que se formara un Comité negociador del que él mismo propuso excluirse, y se acordó que se hiciera lo mismo con los representantes de Televisa y TV Azteca. El 28 del mismo mes se designó dicho Comité para iniciar negociaciones.

El 22 de mayo, este grupo de 4 directivos -Santos, Pumas, Xolos y Monterrey- informó a los dueños el avance de las negociaciones. Todos estaban al tanto.

Jesús Martínez actuó al margen de los acuerdos y él mismo aporta los elementos para decirlo al revelar en la entrevista que él estaba al tanto de la oferta de Telemundo 3 meses antes, habiendo recibido una copia.

Y que el lunes -4 días antes de la Asamblea del viernes 29- recibió la llamada de Arturo Elías Ayub, quien también deseaba sumar una propuesta y le pedía consejo sobre cómo presentarla. A la oferta de Telemundo de tres meses antes, se adicionaría otra a tres días de la Asamblea.

El dueño del Pachuca estaba en contacto al mismo tiempo con los integrantes del Comité negociador. Influía en ambos grupos cuando se había excluido de cualquier negociación.

Este capítulo no tiene gente tan buena ni tan mala.

Pero si tiene algunas personas que fueron superadas por su personaje.

Está en severa duda el deseo de agradecerlo.

 
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