Ni los ex árbitros se ponen de acuerdo sobre el segundo gol del León al América.

Un partido que las Águilas parecían haber resuelto, a los 89 dio un vuelco para perderlo al 93.

Con dos balones en la cancha, por la misma zona de la jugada, hacían susceptible detener el avance. Hay quien dice que mientras se identifique con qué balón se está jugando, debe darse continuidad. Y también, que ambos esféricos estaban muy cerca para que el árbitro no se diera cuenta de ello.

Lo que impera en las decisiones es el criterio, y el que aplicó el juez fue ese. Una muestra, a fin de cuentas, de que al América no se le ayuda de oficio como indica alguna verborrea pública. La oportunidad se presentaba calva si así sucediera.

Confiando en la limpieza de nuestra liga -sin considerar el escritorio porque ahí varios chimuelos mascan vidrio- se sabe que el arbitraje está lejos de ser infalible pero lo bien jugado del duelo ayudó a recordar que hay combinaciones muy poderosas en el calendario.

León-América es una de ellas, como lo es también un Pachuca-Cruz Azul o un Toluca-Pumas.

Son equipos que aportan, suman con su presencia al torneo aunque de repente marchen mal o se metan a una mala racha. Mantienen su importancia mas allá de un momento difícil.

La derrota del América aprieta las posiciones salvo para el Monterrey que se aleja de los demás como si fuera maratonista etíope.

El León se aproxima a esa zona de la tabla, Tigres ganando de visita y con un partido menos hace lo propio, y Lobos con su triunfo a domicilio sobre Chivas ingresa a zona de clasificación de manera esforzada y meritoria.

Pasado el ecuador del certamen el futuro promete y se acercan partidos de gran atractivo.

En la gran actividad de media semana, el París St Germain logró lo que hace años intenta: codearse con los grandes equipos del futbol europeo y ganarles.

El 3 a 0 con que se zanjan varias de las especulaciones sobre Neymar y Cavani, hace ver extraño a un equipo alemán que no metió las manos durante casi todo el compromiso.

Confuso, arrasado con la velocidad del equipo parisino y casi abandonado a su suerte, nos recordó que cuando se tiene calidad enfrente, es muy difícil poder competir. Si el dinero no garantiza la felicidad -dice un adagio- si te deja a dos cuadras de ella. Y como el PSG tiene una gran cartera llena de euros y compró más de lo que la ética financiera le permitía, tiene la gran posibilidad de corregir su doloroso pasado.

Chelsea gana y estropea el estreno del nuevo estadio del Atlético en la Champions. Benfica es arrasado, Real Madrid campea y Manchester United regresa silbando a casa.

Gracias por la distracción que trajo el futbol. Aunque fuera por un rato.

 
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