Uno de los temas que más controversia levantó fue el de los corredores de chocolate en el Maratón de la Ciudad de México.
Les llaman maratonistas de chocolate a quienes sólo corren la parte final para recoger la medalla de finalista después de cruzar la meta.
Al margen de que recibir una medalla de esa manera no es legítimo desde una perspectiva deportiva -la perspectiva de la honestidad y el juego limpio-, el argumento contra los corredores de chocolate es que le restan valor a la medalla, convirtiéndola en un artículo que se compra y se vende sin tener que correr.
Uno de los argumentos de quienes se inscriben y sólo acuden a recibir la medalla corriendo parte del trayecto es que tienen derecho a la presea por el hecho de haber pagado su cuota de inscripción.
Pero la verdad es que en eso están equivocados. Una persona que se inscribe en la Universidad y paga debidamente todas sus cuotas, no tiene el derecho a recibir su título profesional. Ese título no se compra, debe ganarse a base esfuerzo, de estudio y de aprobar sus exámenes.
Algo similar pasa (o debiera pasar) con las medallas de finalista de los maratones.
Al pagar la inscripción se adquiere el derecho a recibir esa medalla. De no ser así, el organizador podría ahorrarse mucho trabajo entregando las medallas junto con el número de competencia. La entrega de la medalla quedaría reducida a una acción de compra-venta.
En todo esto ya hay un acuerdo entre organizadores. En lo que no se ha podido llegar a una solución es en lo que se refiere a identificar a quienes no corrieron el maratón completo para negarles la medalla.
Voces sugieren identificar a quienes corren el trayecto incompleto usando los registros parciales en el momento de cruzar la meta, pero la verdad es que no es tan simple. Existe la posibilidad de fallas en la toma de tiempos parciales, por lo que podría cometerse una injusticia.
Lo que sí es un hecho es que los organizadores ya trabajan en eso y lo probable es pronto se implementen algunas medidas correctivas.
Recuerda que correr es salud y algo más, mejor calidad de vida.
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