El bar No sé ustedes, pero ayer me quedó claro que los árbitros no son mal intencionados ni maquiavélicos ni malvados ni premeditados ni portadores de consigna o hasta vengativos contra uno u otro equipo. Bueno, no todos.
Nada más con ver el trabajo de ayer del juvenil Adonai Escobedo, silbante del juego del Atlas contra los Lobos, me confirmó que las nuevas generaciones de árbitros son muuuuuy buenos, pero para el mitote, la grilla y para cobrar la mensualidad.
Porque en la cancha son malíííísimos y demuestran que tienen mucho trabajo por hacer.
No por nada Edgardo Codesal -claro, ahora que ya está fuera de la Comisión- describió a los actuales árbitros ex paristas de la AMA de manera más directa en su desempeño actual: "Son flojos para trabajar, no les gusta tampoco que hagamos análisis técnico con video que porque se sienten exhibidos", dijo el ex silbante uruguayo.
Y vaya que ayer Adonai lo comprobó al expulsar otra vez a Stiven Barreiro. Sí, al mismo colombiano al que apenas el lunes le perdonaron una roja injusta del sábado contra Cruz Azul, y que seguramente otra vez la directiva rojinegra apelará... y ganará.
Antes, el mismo árbitro había señalado un penal inexistente a favor de los Lobos BUAP, que para causa justa el colombiano Julián Quiñones estrelló en el travesaño.
Y aunque muchos claman por la aplicación del Video Assistant Referee, mejor conocido como VAR, lo que realmente es urgente es que Arturo Brizio se ponga a trabajar, porque como decía el finado Arturo Yamasaki: "De BAR sólo conozco el de la esquina, en donde me sirven en vaso jaibolero los whiskey y saco a bailar a las secretarias de la Comisión".
Salud.
El Twitter veloz Por cierto que anoche Stiven Barreiro seguramente no terminaba de bajar las escaleras rumbo a vestidores para llegar a las regaderas, tras su expulsión, cuando ya en su cuenta de Twitter descargaba su frustración contra el arbitraje al decir que fue una vergüenza.
¿Lo habrá puesto él antes de entrar a la regadera?, ¿habrá dejado su celular atracando la puerta del vestidor? o lo que en estos casos sucede, que alguien más escribió por él.
El asunto es que el mensaje no duró mucho porque quizá alguien le recomendó borrarlo, pues puede hacerse merecedor de una multa por el famoso código de ética de la Comisión Disciplinaria.
Ahora habrá que esperar para ver si Barreiro impone otra marca, con dos indultos en una misma semana.
Casi seguro lo logrará.
Notihachazos El que está por llegar a México después de sus casi cinco semanas de vacaciones en Colombia es nada menos que Juan Cambios Osorio, quien aterrizará el jueves para comenzar a preparar la convocatoria para el Tri que definirá el pase al Mundial contra Panamá el 1 de septiembre.
Se encontrará con nuevos pretextos como el ya no contar con Rafael Márquez por su conflicto con el Gobierno de Estados Unidos ni con Marco Fabián por estar operado de la espalda, y peor aún, con la noticia de la escasez de delanteros mexicanos exitosos en la Liga.
A eso súmenle que algunos de sus consentidos, como Oswaldo Alanís, ahora ya es banca en Chivas, así que no les extrañe un equipo con más sorpresas.
Al que parece que le ha surgido una nueva admiradora en los partidos de las Chivas Sub 20 es nada menos que a Benjamín Galindo Cruz, el hijo del "Maestro", a quien ya no sólo tiene a su mamá en las tribunas apoyándole, sino a la hija del técnico del primer equipo, Matías Almeyda. No sean mal pensados, a lo mejor son sólo amigos. Aunque ya algunos compañeros del equipo lo bromean diciéndole el yerno del "Pelado". Ah raza.
Con la derrota de anoche en casa ante el Morelia por 2-1 el, que ya pende de un hilo, y no de sus famosos leggins, es nada menos que Juan Francisco Palencia en su aventura como técnico de los Pumas. La gente en la tribuna ya pidió su cese y hasta suena otro regreso de Memo Vázquez al timón. El domingo visitan al Veracruz y ahí definirán la guillotina.
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