Señoras y señores, la reciente jornada de la Liga MX no da mucho de qué hablar: sólo los penaltis del América y el problema extracancha de los Lobos BUAP. Mejor enfoquémonos en la Supercopa de Europa.
El ganador de la Liga de Campeones, el Real Madrid, frente al de la Europa League, el Manchester United. Dos equipos legendarios, históricos, que tienen algo en común: mucha fama y muy buena dirección. Uno representa al futbol más fuerte de España y el otro, de Inglaterra.
Se enfrentan dos técnicos de gran nivel: Zinedine Zidane y José Mourinho. El morbo estará en cómo vive Cristiano Ronaldo este partido, pues estuvo mucho tiempo de vacaciones tras su participación con Portugal en la Confederaciones, sus problemas con el fisco y por haber salido del Manchester United para el Madrid cuando tenía 23 años. Se enfrenta a su ex equipo, al que le dio una Champions en 2010, en Moscú, en penaltis frente al Chelsea.
Cristiano falló su penal, a punto de tirarlo se resbaló, aunque terminó ganando el United. A final de cuentas, en el verano la primera parte se la llevó Cristiano, por su situación fiscal, y la segunda, Neymar, por lo que hizo al preparar su salida del Barcelona.
La Supercopa es importante. Los equipos pelean por títulos, historia y currículum; aunque Cristiano metió 6 goles en 7 partidos la temporada pasada, se destapó en las etapas finales y fue indispensable para que el Madrid ganara la Champions.
Tuvo participaciones espectaculares contra el Bayern Munich, el Atlético de Madrid y la Juventus, contra los tres apareció la marca, los goles y el buen futbol. La contra del portugués fue el citatorio ante la Fiscal de Hacienda, que si bien se molestó por las acusaciones, de ahí no pasa.
Hablar de si el árbitro se equivocó o no en los penaltis marcados en contra de los Pumas es la historia que se repite; por eso, si se implementa el VAR, los van a seguir exhibiendo, pero si toda mano en el área es penalti, que la marquen, pero parejo.
Los Lobos van bien, pero dos jugadores prestados de los Tigres, colombianos, se metieron en un problema serio; uno fue dado de baja y el otro, como es el goleador, tendrá como castigo sólo la lesión en una mano provocada por un arma blanca.
Es más relevante la actitud del Barcelona, que con todo lo que pasó con Neymar, haya invitado al Chapecoense a celebrar su día con el trofeo Joan Gamper.
Pero para un equipo que sufrió la tragedia de perder a casi todos sus jugadores en un accidente aéreo, estar en el Camp Nou debe ser una sensación agradable y más para enfrentarse al Barcelona.
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