Es el corredor de bola más completo en la NFL.

Su aportación a la ofensiva de los Acereros ha sido invaluable y su versatilidad lo convierte en un hombre muy complicado de defender para los equipos rivales.

Sin embargo, ha terminado las últimas tres campañas lesionado y sus problemas con el consumo de sustancias prohibidas por la Liga, le impidieron iniciar a tiempo la campaña anterior.

Aun así, Pittsburgh decidió etiquetarlo como su jugador franquicia, garantizando que, de no llegar a un acuerdo a largo plazo, Le'Veon Bell sería el corredor mejor pagado de la NFL en el 2017 con un sueldo superior a los 12 millones de dólares.

El plazo para negociar un nuevo contrato se vence en menos de una semana, y por ahora no se vislumbran grandes avances entre las partes. Y si bien parece haber incentivos en común para alcanzar un nuevo convenio, el panorama no está tan claro como muchos supondrían.

De entrada, Bell viene saliendo de una lesión que le impidió ser factor en el Juego de Campeonato de la AFC frente a Patriotas.

Su rehabilitación parece ir por buen camino, como lo demuestran las imágenes que subió a su cuenta de Twitter jugando baloncesto, pero no ha participado en las sesiones de entrenamiento voluntarias del equipo y su estabilidad física será siempre una incógnita.

Por otra parte, el sueldo que cobraría si no firma un nuevo contrato, son 4 millones de dólares, más alto que el de LeSean McCoy, quien tiene el acuerdo mejor pagado para un corredor en toda la NFL.

Esto quiere decir que Pittsburgh está en una encrucijada, ya que el precio de amarrarlo por una campaña es terriblemente alto, pero es de suponerse que Bell estaría pensando en una cifra similar por un periodo de al menos cuatro años lo que hace aún más complicada la decisión.

El valor de los corredores se ha devaluado notablemente en los últimos tiempos, y lo sucedido con el contrato de Adrian Peterson es la muestra más clara de lo anterior.

Los buscadores de talento han optado por seleccionar a jugadores jóvenes procedentes de la NCAA, antes de comprometerse a largo plazo con quienes se acercan a los 30 años cuando el rendimiento de la mayoría de los corredores empieza a declinar.

Bell, sin embargo, no es un talento fácilmente reemplazable y a pesar de sus múltiples logros apenas tiene 25 años, lo cual lo convierte en un caso único difícilmente comparable con la mayoría de sus colegas.

Así las cosas, la semana que ayer inició puede ser la más trascendente para los Acereros en mucho tiempo, y la posibilidad de ser un equipo contendiente en las próximas campañas pudiera depender de la capacidad de ambas partes por alcanzar un acuerdo benéfico y equilibrado.

 
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