Un estudio hecho entre 28 mil pacientes cardíacos en Dinamarca reveló que las personas que ingieren "drogas anti inflamatorias no esteroideas" NSAIDs por sus siglas en inglés, tienen un riesgo 31 por ciento mayor de sufrir un paro cardíaco.
Phil Maffetone, un reconocido fisiólogo estadounidense, publicó la información anterior en su página de Internet como parte de un artículo al que llamó "Las 11 razones para evitar el ibuprofeno", en el que explica que algunas de las presentaciones comerciales más conocidas de NSAIDs son la aspirina, el Motrin y el Advil.
Maffetone asegura que aparte de lo anterior, el consumo de esos medicamentos durante períodos de tiempo prolongados, tiene efectos secundarios como daño severo a los riñones, sangrado intestinal, afectación al sistema antiinflamatorio y retraso en los procesos de cicatrización, entre otros.
En una nota aparte, el New York Times publicó esta semana una columna de Gretchen Reynolds en la que hace referencia al mismo tema, y apunta que se estima el NSAID es usado por el 75 por ciento de los maratonistas y ultra maratonistas durante sus entrenamientos y sus competencias para enfrentar las molestias de su ejercicio.
En ocasiones anteriores hemos señalado en este espacio que ingerir analgésicos como Advil o Motrin al inicio de una carrera o un entrenamiento "enmascara" el efecto de una lesión al evitar que el corredor perciba el dolor que genera esa lesión, entendiendo que ese dolor es el "aviso" que manda el organismo para evitar que se siga haciendo algo que agrave el problema.
Cuando una lesión provoca dolor, pero al calentar bien la molestia o el dolor desaparecen, lo probable es que ese daño este en proceso de desaparecer; pero si después de calentar bien el dolor persiste debe entenderse que la lesión sigue viva y debe atenderse, o por lo menos dejar de correr.
Recuerda que correr es salud y algo más..., mejor calidad de vida.
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