En el futbol es importantísimo analizar cómo se gana, cómo se pierde y cómo se empata para sacar conclusiones útiles y reales. Parece que dicha premisa nunca había sido tan cierta como ahora en la Selección Mexicana. Tras 26 partidos dirigidos por Juan Carlos Osorio, con 2 derrotas, sólo una en duelo oficial, el técnico colombiano debe sufrir una oleada de críticas incluso tras obtener la victoria.

No importa lo que suceda, Osorio cargará sobre su espalda, el tiempo que dirija al Tri: ser extranjero, la derrota 7-0 contra Chile en Copa América Centenario y sus rotaciones.

A Osorio se le criticó en las derrotas contra Croacia y Chile, en el empate con Portugal (por no tener laterales nominales y ubicar a Chicharito por la banda) y, quizá de manera desmesurada, tras la apretada victoria sobre Nueva Zelanda, como se le critican las victorias sobre rivales débiles o incompletos. Es decir, la opinión pública tras cualquier resultado no le favorece.

Lo que tanto nos molesta de Osorio es su manera de desarrollar esa competidísima profesión que desempeña... ¿Es ilógico cambiar 8 jugadores en la alineación titular de un partido a otro, dentro de un torneo corto, y mover a los otros 3 de posición? ¿Es ilógico el argumento de "refrescar" a sus futbolistas incluso ya pasadas 72 horas de competencia? Sí, sí lo es para todos nosotros, pero definitivamente para él no.

Es su estilo, es su metodología y así fue contratado.

¿Necedad o morir con la suya? El tiempo lo dirá, pero lo que no tiene discusión es que se trata del convencimiento absoluto de un profesional preparado.

Después del encuentro ante Nueva Zelanda se desató un tema dentro de los analistas: ¿Debe dejar su cargo Osorio si pierde con Rusia?

No cabe duda que somos implacables, de memoria corta y manipuladores. Generamos un movimiento para el posible cese de un DT que tiene al Tri a medio paso de la Copa del Mundo, con la tranquilidad que no se vive desde hace 40 años. Incitamos a la gente a estar preparados para despedir al DT por si llega la derrota, sin tomar en cuenta la credibilidad que ha producido en sus jugadores y directivos.

A mí tampoco me gustan las rotaciones, la ausencia de laterales, el requisito de la estatura en los mismos, el refresco y las posiciones en que ubica a futbolistas que no se sienten cómodos. Pero en definitiva estoy convencido que mi Selección Nacional tiene hoy un técnico que no improvisa, que trabaja incansablemente, que conoce a sus jugadores, a sus rivales y que confía de la misma manera en todos sus convocados.

En el futbol es fundamental el análisis de las victorias, los empates y las derrotas para corregir o mantener. A buena parte de la afición mexicana parece no convencer ninguno de los resultados con Osorio. Sólo sugiero que si vamos a analizar tan drásticamente al DT Nacional, también hagámoslo con la parte positiva y la opinión de los implicados.

 
Twitter: @Felixatlante12