Hacia el final de la campaña pasada, los Jefes parecían ser el equipo con mayores opciones de evitar que los Patriotas de Nueva Inglaterra ganaran un nuevo título de la Conferencia Americana.

Alex Smith comandaba una ofensiva versátil con armas muy peligrosas a su disposición, y la defensa seguía siendo una de las más competitivas de la liga. Una dolorosa derrota ante Pittsburgh en el Playoff divisional dejó un muy mal sabor de boca en Arrowhead y pudo haber desencadenado una serie de decisiones que podrían cambiar muy pronto el panorama en Kansas City.

De entrada, la franquicia apostó fuerte por seleccionar a uno de los mariscales de campo mejor calificados en el Draft del pasado mes de abril. Gracias a que Andy Reid decidió que Pat Mahomes II era un jugador al que no podía dejar pasar; los Bills de Búfalo se quedaron con el lugar 27 de Kansas City en la primera ronda del reclutamiento, y además recibieron selecciones de tercera y primera rondas para el 2018.

Aunque públicamente Reid ha insistido en que Alex Smith sigue siendo su mariscal de campo titular y que Mahomes II no está listo para cargar con esa responsabilidad, es evidente que el precio que los Jefes pagaron por el QB egresado de Texas Tech es muy alto como para no pensar en que pronto estará al frente de la ofensiva.

Alex Smith es un mariscal de campo eficiente y que no comete demasiados errores, pero hay quienes aseguran que, a pesar de haber guiado al equipo a la postemporada en tres de sus cuatro campañas en Kansas City, no tiene las cualidades suficientes para aspirar a ganar un título.

Si a la llegada de Mahomes II sumamos la decisión de cortar a Jeremy Maclin, el receptor favorito y amigo cercano de Smith, podríamos estar ante los primeros pasos de un cambio de régimen en la ofensiva que coordina Matt Nagy.

Ya alguna vez Alex Smith perdió la titularidad a manos de un joven mariscal de campo. Colin Kaepernick le quitó el puesto aprovechando una lesión, y se quedó muy cerca de ganar un Súper Tazón en San Francisco, lo cual al menos en el corto plazo, validó la polémica decisión tomada por Jim Harbaugh.

Ahora, la historia podría repetirse en Kansas City. Sin embargo, Reid tendrá que ser muy cuidadoso para no afectar la química del vestidor, en el que hay muchos jugadores que apoyan a Smith y que no necesariamente estarían de acuerdo en que un mariscal de campo ganador pierda la titularidad a manos de un joven prospecto con mucho potencial, pero escasa experiencia.

 
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