Sigue sin surgir en este mexicano torneo el claro favorito para ser campeón, porque ninguno ha jugado como tal.

Tan inestables son todos en su desempeño, que nadie parece querer el primer lugar de la competencia, como quedó de manifiesto en la Jornada 16.

Zarandeados los líderes Xolos por unos Tigres que se perfilan como principales favoritos sin haber clasificado todavía, y tanto el Monterrey como el Toluca derrotados por modestos adversarios para así desperdiciar ambos la oportunidad que cada uno tuvo de alcanzar ese liderato.

Y mientras la Liga MX sigue navegando en esa alarmante inconsistencia y dando tumbos en lo que se refiere a la calidad del futbol ofrecido, en los europeos lares se juega la penúltima fase del torneo que convoca a los más consistentes y mejores equipos del mundo.

Al jugarse ayer uno de los partidos de ida de las Semifinales de la Champions League, el Real Madrid ofreció una más de sus demoledoras exhibiciones, para así poner un pie y medio en la Final que se jugará el 3 de junio en Cardiff.

Ahora serán el Mónaco y la Juventus los encargados de empezar a dirimir cuál de los dos se convierte en el otro finalista la próxima semana, pero desde ahora sabemos con qué futbol tratará de hacerlo cada uno.

Otro nivel de profesionalismo de los futbolistas y de capacitación de los directores técnicos para conseguir que sus equipos dominen una forma de jugar y por lo tanto garanticen un mínimo de rendimiento.

Otra cultura deportiva que lleva a los protagonistas de este juego a jugarlo a tope en cada momento de cada partido.

Con un sistema de competencia muy distinto al que prevalece en el futbol mexicano (que solapa y promueve la mediocridad en lugar de premiar la búsqueda de la excelencia), en esta etapa de la Champions League el buen futbol es garantía.

¿Cuál de los 18 equipos mexicanos lo garantiza en estos decisivos momentos de la Liga MX?

Lamentablemente, ninguno.

 
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