Craigslist es un sitio web de avisos clasificados a través del cual se compra y vende todo tipo de productos y servicios.

Un aviso ahí es el de un corredor clasificado para el Maratón de Boston que ofrece en venta su folio -número de competidor y chip- "para el primer corral de la primera ola" por la módica suma de cinco mil dólares.

La nota de venta explica que ese corral está ubicado justo atrás de los corredores elite, por lo que "podrás saludarlos de mano (high five). Si tienes suficiente velocidad podrás salir en las fotos del arranque en las primeras 50 yardas. Pido los cinco mil dólares porque sé que me arriesgo a ser vetado del maratón".

Este tema viene al caso porque Frank Estrada, director fundador de Total Running, una empresa dedicada a la organización y la operación de carreras, celebró el jueves una transmisión vía Facebook para debatir, escuchar y cuestionar el tema de "los corredores de chocolate", que son aquellos que voluntaria o involuntariamente hacen algún tipo de trampa al correr un maratón.

Para Estrada hay corredores que van desde los "chocolate light", quienes estando inscritos en el evento no cubren el trayecto completo por entrenar para otro maratón, hasta los "chocolate pirata amargo", que corren con números clonados, lo que se constituye en un verdadero fraude.

El problema de los corredores "chapuceros" -chocolates- no es privativo de los maratones mexicanos, pero lo que probablemente sea cierto es que el porcentaje de chocolates en nuestros maratones nos ponga entre los líderes internacionales.

Es cierto que el maratonista de chocolate se engaña a sí mismo, pero también es cierto que complica el trabajo del organizador al obligarlo a depurar sus resultados antes de reportarlos al Maratón de Boston.

Ya ha habido casos de maratones rechazados por Boston por esa falta y el rechazo incluye a corredores honestos, lo que hace que los maratonistas de chocolate afecten a otros corredores, al evento mismo y a todo México.

Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.

 
rubenromero@reforma.com