Cuando España tocó el cielo al salir Campeón del Mundo en 2010 hacía tiempo que el futbol de su Selección, en todas las categorías, era admirado. Fue campeón de la Eurocopa antes y después de Sudáfrica, con figuras estelares como Andrés Iniesta, Iker Casillas, Sergio Ramos y Xavi Hernández.

Tiene la Liga que más público atrae porque, impulsados por sus constelaciones de extranjeros, brillan el Real Madrid y el Barcelona.

Aunque la Furia Roja ocupa actualmente el décimo puesto, ha estado primero del ranking de la FIFA durante seis años (2008-2013). Pero, "no todo lo que reluce es oro".

Esta semana la Federación Española de Futbol (FEF), de la que depende la Selección, devolvió de mala gana al Estado un millón y 200 mil euros de fondos recibidos en 2011 para promocionar el futbol en otros países y que desvió a otros destinos, hasta ahora desconocidos.

Estuvo años mareando el asunto y hasta intentó justificar los gastos con facturas ridículas como, por ejemplo, el pago a cuatro traductores para un curso de entrenadores que supuestamente se hizo en ¡Costa Rica! 40 mil euros en cuatro boletos de avión para funcionarios.

Unos de los fondos estaba destinado a la apertura de escuelas de futbol en Haití. Allí no se hizo nada, pero sirvió para pagar a entrenadores de las escuelas de la Federación en el privilegiado barrio de Las Rozas, en Madrid.

Las miradas se centran en Angel María Villar, el eterno presidente de la FEF desde 1988. Su nombre fue tristemente multimencionado en México el año pasado, a raíz del repudiable secuestro y asesinato de su sobrina.

El Consejo Superior de Deporte (CSD), que es el organismo que otorgó y reclamó los fondos, mantiene también una disputa con Villar por el reglamento de elecciones de la Federación.

El dirigente pretendía que los clubes no profesionales de Ceuta y Melilla (ciudades autónomas españolas en África) sumaran cuatro votos para elegir al Presidente. El CSD sólo les quería otorgar un voto. El diferendo postergó más de un año las elecciones. En el nuevo contexto, aseguran que ahora sí no tendrá más opciones que convocarlas para abril o mayo.

Pero Villar no escatima esfuerzos para debilitar a sus dos probables contendientes. A Jorge Pérez, ex secretario general de la FEF y su principal aliado hasta que mencionó que quería su silla, lo responsabiliza del mal uso de los fondos del Estado. A Miguel Galán, célebre por denunciar a Zinedine Zidane en 2014 por la falta de carnet de entrenador, le ha abierto una causa penal por extorsión y otros delitos. "Van a tener que matarme si quieren que me calle", desafió Galán.

Su fracaso para suceder a Platini en la UEFA y su reciente relevo de la Comisión de Arbitraje de la FIFA, no le hacen mella. Villar quiere prolongar su reinado hasta los 32 años.

 
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