El traidor
 
 
En serio creía que aquellos viejos directivos del Atlas AC eran los maestros de la grilla, pero en la Comisión de Arbitraje dijeron "quítense que ahí les voy".

Entre el caos que provocaron los silbantes al darle la espalda a Edgardo Codesal, hay un personaje que no salió bien librado y no hablo del hoy ex director técnico de la Comisión, quien ya es historia.

Me refiero a uno de los silbantes, quien precisamente fue uno de los tres que pidieron que Codesal se quedara, con lo que dejó claro que no comulga con lo que pensaban los otros 60.

En esa amplia mayoría de silbantes tildan de traidor a Fernando Guerrero, cuyos logros arbitrales carecen de valor entre sus colegas, pues se los atribuyen a las virtudes de este personaje para andar de queda bien con la gente poderosa.

Sí, fue designado para la Copa Centroamericana UNCAF 2017, del 13 al 22 de enero, pero eso importa poco para sus colegas, porque diiicen que Guerrero era la oreja de Codesal y que pasaba todos los chismes que no debían llegarle.

Lo señalan de ser muy dado a hacer invitaciones a comer a los dirigentes de la Comisión para repartirles lisonjas y hay quienes no olvidan que en una ocasión hasta mariachis le llevó a Codesal, con lo que se ganó la animadversión del gremio.

No falta hoy quien se relama los bigotes para saber qué suerte correrá Guerrero ya sin Codesal, aunque los menos optimistas creen que podría haber aprovechado sus oportunidades para no depender sólo del doctor y recibir algún favorcito especial de la Comisión.

A ver cuándo suena el silbatazo final de esta revolución.

 
 
 
El bailarín
 
 
Y sí los árbitros golpistas ven a Guerrero como esquirol, quien ayer no tuvo empacho en señalar a sus traidores para provocar su salida fue Codesal, quien puso en primer lugar a José Luis Camargo, el famoso bailarín, quien destacó por sus pésimas actuaciones en sus pocas apariciones como central, así que se dedicó a ser auxiliar y se convirtió en el comodín de Marco Rodríguez, hasta que se retiró, y le siguió con Roberto García.

Codesal arremetió contra Camargo, García, Francisco Chacón y el Dandy tapatío Paul Delgadillo. Ups, me salió un verso sin esfuerzo.

A esa camarilla señaló Codesal como la que orquestó el clima contaminado en el interior de la Comisión, con sus quejas con el asesor, Gilberto Alcalá, por no ser programados y por no tener el trato de estrellas del arbitraje que creen ser.

Ahora quiero ver cómo actuarán las figuras cuando vuelvan a programarlas, porque, según Codesal, en su plan, hasta antes de presentar su renuncia, no los consideraba sino hasta la Jornada 3.

¿De verdad creen que sigan congelados?

 
 
 
Silencio
 
 
Y qué tal esa de Jorge Vergara que optó por no dar declaraciones en torno a las Chivas el resto del torneo.

Si se preguntan por qué Omniyorch privará al mundo de sus punzantes puntos de vista, les platico que se trata de una estrategia acordada con Matías Almeyda, para no ponerle más presión al equipo de la que tiene tooodos los torneos.

Antes del inicio del año, Vergara dijo que, con el dineral que había gastado en refuerzos, más le valía al equipo ganar el campeonato de Liga. Semanas después, Almeyda declaró que le había dado a su jefe una dosis de realidad y que eso de levantar un trofeo es el deseo de cualquiera, pero muy difícil de conseguir con todo y la incorporación de Rodolfo Pizarro y el pelazo de Alan Pulido.

Después de esa exigencia pública, el "Pelado" charló con el patrón y aclararon posturas; el dueño del changarro propuso no atender a entrevistas, con tal de generarles un clima de tranquilidad y concentración total a sus jugadores.

La cosa no quedó ahí, pues José Luis Higuera, a quien le encanta enfrascarse en pleitos verbales en TV y hacer bullying en Twitter, se unió a la estrategia y no hablará del Rebaño.

De que la estrategia pueda servir de algo, habrá que verlo, peeeeero de que ahora todo el show -o la ausencia del mismo- va a estar con Almeyda, dependerá de los resultados. Al tiempo.

 
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