La entrada a un nuevo curso escolar es reconfortante.
Quien pasó de año de panzazo o por que sus maestros se la pasaron en marchas, olvida todo porque cuaderno nuevo, vida nueva. Algo parecido a lo que nos sucede a todos cuando empieza un nuevo año en el calendario.
Se llenan los gimnasios, algunos niños hasta van sonrientes a la escuelas, los señores nos levantamos chiflando y hasta a Trump lo vemos menos peligroso. Cruz Azul vive un sueño parecido.
Llenó su estadio para el partido frente al Necaxa, lo ganó presentando a algunos de sus refuerzos y hasta tuvo en la tribuna a Cauteruccio, su nuevo delantero que tiene apellido como de novela de Mario Benedetti y podría trabajar como galán de telenovelas. Es decir, le falta presentar todavía jugadores importantes que harán más poderoso el sueño.
El júbilo se refuerza porque por primera vez en mucho tiempo, Cruz Azul tiene su plantel completo antes de que inicie el torneo. Por extrañas y accidentadas razones sucedía frecuentemente que algunos de ellos llegaban en el ecuador de la campaña, con la dificultad de adaptarse y rendir como Dios manda.
Los esbozos que mostró el equipo del volcánico Paco Jémez fueron buenos, aunque insuficientes para establecer un pronóstico muy claro.
Cierto es que Joao Rojas se sigue equivocando siempre en el último toque: le falla la precisión o yerra en el tiempo de soltar el balón. Y que del otro lado, uno de los otros refuerzos, el ecuatoriano Mena, posee también velocidad y habilidad. Faltará que demuestre que tiene mayor sangre fría para saber que hacer con sus virtudes en el momento crucial.
Pero la preocupación de los que puedan fallar se aminara al ver un plantel completo y lleno de calidad. Quien afloje, terminará en la banca aunque su trayectoria lo haga pensar de otra manera.
Es cierto que a Cruz Azul se le concede siempre el beneficio de la duda porque es un club importante con mucho tiempo en diferentes desgracias. Y también, que su inicio es de alto calibre: visitará a Pumas el domingo en un choque eléctrico y luego recibirá al Monterrey, que también ganó en su primer partido pese a ser visitante del Puebla.
Obras son amores y de eso Cruz Azul sabe.
Lo diferente ahora fue la planeación, la talla de los refuerzos y sobre todo la respuesta de sus partidarios que agotaron localidades en el Azul para verle en su presentación y aplaudirle pese a la mala entrega de resultados del semestre pasado.
Si es un nuevo cuaderno el que se abre, y eso hace posible escribir en la página en blanco un discurso distinto a los del pasado reciente.
Y sí, merece el beneficio de la duda.
fjgonzalez@mural.com Twitter: @fj_tdn |
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