Por enésima vez surge la intención, quién sabe qué tan firme, de crear una verdadera Asociación de Futbolistas.

Una necesidad de siempre en el futbol mexicano, por lo menos vuelve a convertirse en tema.

Ahora, parece ser Rafael Márquez el encargado de revivir la materia pendiente, de ponerla nuevamente en la palestra.

Ojalá, por el bienestar de nuestro futbol y sobre todo por la dignidad del futbolista, que el asunto vaya en serio en esta ocasión.

Porque ninguno de varios tímidos intentos ha alcanzado la dimensión que alcanzó hace casi 50 años el que encabezó el ejemplar Carlos Albert, verdaderamente comprometido con dicho movimiento.

Si Rafael Márquez, avalado por su larga y brillante trayectoria, asume de veras un similar nivel de compromiso y logra convencer a una buena cantidad de futbolistas importantes que no estén en el ocaso de su carrera, entonces sí, el movimiento podría tomar forma y adquirir fuerza.

Ya asumido el compromiso y convocado el elenco, los objetivos inmediatos serían evidentes.

- Acabar con ese "pacto de cuatreros" al que se remiten los abusivos dirigentes para ir más allá de los contratos y pisotear impunemente los derechos de los jugadores.

- Erradicar el "Mercado de Piernas" o modificar sus actuales condiciones para evitar que con los futbolistas siga negociándose y traficándose como si fueran ganado.

- Darles a los jugadores voz y voto en la toma de decisiones importantes que atañen al juego y por lo tanto a los que juegan.

- Exigir el necesario respeto al primordial derecho de los futbolistas para decidir con quién juegan o quieren jugar.

Para asociarse bien dentro de la cancha, primero aprender a asociarse afuera.

Desde hace mucho les urge.

 
 
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