Ni con un moño El delantero Luis Caballero está como cojo en baile... no sale ni en rifa.
El Atlas, por más que le buscó, no pudo colocarlo con ningún incauto, por lo alto de su sueldo y porque el jugador no quiere ceder.
En el Draft de invierno, en Toluca, los Zorros hasta lo envolvieron su pase en papel celofán y le pusieron moñito para que saliera, pero nomás terminaron arrugando el empaque.
Es un hecho que no cabe en el equipo de José Guadalupe Cruz, pues si mantiene al paraguayo le tapará oportunidades (de banca) a Martín Barragán, Jahir Barraza o Edson Rivera.
En Paraguay, al parecer, sí lo quieren y por el Guaraní le hace ojitos al atacante, pero nada concreto.
La directiva de los Zorros ya se cansó de mantenerlo y, como le restan seis meses de contrato, le dará su pase como regalo navideño, para que se acomode donde quiera y pueda.
Así que si tiene usted un equipo llanero y le hace falta un delantero, no pierde nada con buscar al paraguayo.
Terruño o familia La gran disyuntiva de Omar Bravo para continuar con su carrera es seguir en Estados Unidos, en una Liga de menor categoría, como la NASL, o volver a México pero para el Ascenso MX.
Los Dorados, equipo de Culiacán, a dos horas de su natal Los Mochis, tiene en sus planes repatriar al veterano mundialista para buscar volver a la Primera División.
No es nuevo que para el goleador histórico de las Chivas, sobre todo en los últimos tres años, su prioridad al momento de elegir equipo sea la estabilidad familiar.
Su esposa y sus dos hijos se sienten cómodos en Carolina del Norte, donde han vivido los últimos seis meses.
Pero el préstamo con el cuadro estadounidense Railhawks, que cambió de nombre a North Carolina FC, venció el 31 de noviembre y, aunque deportivamente hay interés en retenerlo, no pueden sostener la parte que les tocaba de pago salarial.
No olviden que Bravo acordó que las Chivas cubrieran un alto porcentaje de su sueldo.
A Bravo le queda un año más de contrato con el Guadalajara y volver a México para probar con los Dorados dependerá del nuevo acuerdo que logre con los rojiblancos, pero también de lo que la familia le pida.
Manejo de ira Mientras Moisés Muñoz tomó con calma y profesionalismo su salida del América cuando se filtraron los intercambios con el Santos, alguien tuvo una reacción menos ecuánime.
En Japón, durante el Mundial de Clubes, Ventura Alvarado se transformó en cuanto supo que estaba fuera del nido y, si bien nunca fue un tipo alegre, allá se convirtió en un energúmeno.
El hoy flamante refuerzo de los Guerreros exhibió su peor repertorio de insultos a la banda que trató de entrevistarlo y en una ocasión de plano les pintó dedo a algunos reporteros y les recordó a sus señoras madres.
El domingo, el angelito fue de los más violentos en la trifulca ante los Tigres, en los tiempos extra de la Final, al grado de que hizo el ridículo al ser expulsado pese a estar en la banca.
Su ira ya provocó que el Santos no pueda contar con su refuerzo para los dos primeros partidos del Clausura 2017, por la suspensión que se ganó.
Ojalá y en Torreón lo manden a un curso de buenos modales.
En oferta Y hablando de despedidas en Coapa, Rubens Sambueza, a quien le habían ofrecido un contrato por dos años, está en la lista de transferibles, entre otras cosas, por su expulsión en la Final.
El problema es que le queda poco tiempo para agarrar equipo, así que él y la directiva deberán tomar decisiones. Una opción apareció en Tijuana, pues Ricardo la Volpe quiere al volante colombiano Avilés Hurtado y las Águilas ofrecen el pase de "Sambu" como moneda de cambio. El problema es que los Xolos quieren lana.
A ver si se les hace, porque el argentino siempre tendrá la opción de hacer cumplir su contrato con las Águilas.
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