Es evidente que jamás lo sabremos, pero yo no tengo la menor duda de que esta Final es muy distinta a la que Tigres y América podían ofrecer hace tres semanas... para mal.

Independientemente del rival, en todos los partidos anteriores de Ricardo La Volpe con el América, nunca mandó a su equipo tan atrás como en este juego de ida (quizá con excepción del juego ante Real Madrid). La razón es evidente: administrar a un equipo que ha sufrido mucho desgaste en las últimas semanas. La Volpe ahora, como nunca antes, nos demuestra gran capacidad de adaptación y respuesta, a veces con resultados y a veces con cuestionamientos, pero nunca con pasividad.

La alineación que inició este partido llamó mucho la atención, por la salida del "Chino" Romero y la titularidad de Michael Arroyo pero, sobre todo, por la decisión de incluir al "Chepe" Guerrero y dejar en la banca a Edson Álvarez, este diamante juvenil que el técnico argentino decidió impulsar a la Primera División con extraordinarios resultados y en distintas posiciones. Nada contra el "Chepe", es un excelente futbolista, sólo que hoy en día Edson aporta mayor estabilidad, salida y generación ofensiva a su equipo. Sin ir más lejos, América mostró una cara distinta en la segunda mitad con Álvarez en la cancha.

El cuerpo técnico de las Águilas conoce muy bien a su plantel, pero parece muy evidente que la peligrosidad y potencial de Arroyo se magnifican al ingresar como relevo en la segunda parte. El jueves en el Azteca pasó inadvertido.

Tigres por su parte vio cortado un ritmo de juego muy afinado tras la Semifinal, y aunque recuperó ciertos futbolistas lesionados, la imprecisión se convirtió en una constante que resultó contagiosa. Lo mostrado en Ciudad Universitaria y León, durante los Cuartos de Final y la Semifinal, no fue el reflejo de un equipo que trabajó su partido para llegar a su casa con la menor cantidad de goles recibidos.

Tigres y Tuca Ferretti manejan mucho mejor los partidos de vuelta, con marcadores muy apretados que holgados a su favor. La extraña lesión de Gignac y su ausencia pueden ser un factor que determine el partido y la Final para el América. Hoy Delort no es ni la mitad que Gignac, el "Queso" Fernández no es tomado en cuenta ni para la banca y sólo quedaría subir a Sosa como centro delantero y ubicar quizá a Zelarayan como media punta.

Los números de ambos equipos en ritmo de juego habían sido dignos de resaltar antes de la Final: Se enfrentan el mejor equipo (América) en el 1 vs 1 ofensivo, contra el mejor (Tigres) en el 1 vs 1 defensivo... El que más balones pierde en su propia cancha (Tigres), contra el que más balones recupera en cancha rival (América). Si, estadísticas alteradas por el receso que todos conocemos.

Vivimos esta semana de Navidad una Final muy distinta a la que veríamos en condiciones normales sin interrupción, pero estoy seguro que el domingo estos dos grandes equipos y estos dos grandes estrategas nos entregarán un emocionante regalo de Navidad que agradeceremos el resto del año.

 
 
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