En Belén nació Jesús de Nazaret. No viene al caso contar lo que eso ha significado para gran parte de la humanidad. 2016 años después, el lugar se ha transformado. La pequeña población de más 20 mil habitantes se ve desbordada en las fechas navideñas por la llegada de turistas. La seguridad aumenta por temor a los actos terroristas, tan comunes en este tiempo.

La ciudad sufre constantemente la tensión entre la Autoridad Palestina e Israel. Ambos vecinos se reparten acusaciones y agresiones. Allí también hay muros que se han levantado invocando motivos de seguridad.

Durante el Mundial de Sudáfrica 2010, el dueño de un bar llenó de futbol un pedazo de la barrera de cemento. No pudo elegir mejor pantalla para proyectar los partidos. Los parroquianos se juntaban para tomar cerveza y degustar el menú de "Mariscos Bahamas", escrito también sobre la pared.

Belén no tiene un equipo de futbol ni un estadio. Muchos de sus habitantes le van al Real Madrid y al Barcelona. El equipo culé llegó en 2013 en una gira de buena voluntad que también incluyó a Israel. Estaban Messi, Neymar, Xavi e Iniesta, pero no hubo ningún partido por las mismas razones que existe el muro.

El favorito sentimental de los belemnitas es otro menos global e igualmente lejano. Tiene los mismos colores que su bandera, se llama Palestino y compite en la Primera División de Chile.

Hace 11 años cuando el club enfrentaba severos problemas económicos, el histórico presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, pidió apoyo para que no desapareciera. En Chile está la colonia más numerosa de palestinos en el extranjero, con más de 300 mil personas. Fundado en 1920 por los emigrantes, Palestino se transformó después de la crisis en una sociedad anónima que hoy cuenta con el respaldo comercial del Bank of Palestina.

Inauguró su estadio en 1988 en un partido contra el Puebla de Jorge Aravena y Carlos Poblete. El entrenador argentino Manuel Pellegrini dirigió al equipo en dos temporadas, antes de saltar al banquillo del Real Madrid.

En 2013-14, en su afán de potenciar su identidad árabe, los chilenos sustituyeron el número 1 de las playeras por un mapa de Palestina, anterior a la creación de Israel en 1948. La Federación obligó a retirarlas debido a la protesta de la comunidad israelita. Ahora es una de los más vendidas entre los palestinos y un gran negocio de la piratería local.

El furor por "el segundo equipo nacional", como le llamó el presidente Mahmud Abás, creció con la gira que el Palestino realizó este diciembre a Cisjordania. La esperanza de los amantes del futbol en esas tierras históricas es que el entusiasmo generado por el Palestino sea menos fugaz que la estrella que preside universalmente cada nacimiento.

Hoy es Nochebuena y mañana, Navidad.

¡Felicidades!

 
 
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