foto
Receso previo a la Final
Félix Fernández | 10-12-2016
en CANCHA
compartir por:
Es una lástima que la calendarización de la Liga MX nos impida presenciar esta semana una Final del Apertura 2016 con sus dos mejores equipos enrachados, tras librar brillantemente sus respectivas Semifinales.

No, ya no es momento de quejarse y de hecho ya nadie lo hace, pero es innegable que el 22 y 25 de diciembre veremos una Final muy distinta a la que nos habrían ofrecido América y Tigres inmediatamente después de la Semifinal. Sí, nos quedamos con las ganas de ver más de ese extraordinario William Da Silva, estandarte sorpresivo del América, quien vive una Liguilla de ensueño. Permaneceremos emocionados por 18 días con el despertar de André-Pierre Gignac en la Liguilla, sus goles y su juguete nuevo del hipnotismo.

Aunque no hay duda que este lapso afectará mucho a los dos equipos, América y Tigres pasan por un periodo diametralmente opuesto en este receso previo a la Final: sin importar los resultados del América en el Mundial de Clubes de Japón, el viaje, el horario, la muy exigida competencia y el riesgo de alguna lesión que en casi todos los torneos se da, son elementos que juegan en contra del equipo de La Volpe.

Por su lado Tigres enfrenta un largo periodo de inactividad en el que solo tendrá un partido "formal" de preparación, el que llevó a cabo ante Veracruz en su estadio, bajo un clima terrible y en el que se impuso 2-1. El resto será cuidar a sus futbolistas, entrenar para mantener y esperar. Dos escenarios tan diferentes como indeseados antes de disputar un título tan importante como es la Liga MX, para estas dos grandes instituciones.

Por otro lado, digamos el positivo, este largo periodo servirá para recuperar a la gran cantidad de jugadores lesionados que cada uno de estos equipos acarrea y que, sin duda, serán de gran utilidad el 22 y 25 de diciembre:
 
Tigres no ha contado con Damián Álvarez, Manuel Viniegra, Israel Jiménez y Alberto Acosta. Sufre en la lateral derecha y aunque Iván Estrada es un defensa de probada calidad, ha tenido muy poca actividad en los últimos meses y es la tercera opción para el Tuca.

Por el lado de América, Bruno Valdez ha sido una baja muy bien reemplazada por Edson Álvarez, pero los casos de Rubens Sambueza y Paul Aguilar no han sido fáciles de cubrir. El primero seguramente regresará de Japón en condiciones de disputar la Final (si no sufre una nueva lesión), pero el segundo no estará disponible sino hasta finales del próximo torneo, y nadie en el futbol mexicano cubre mejor la posición que Paul Aguilar.

Supongo que como yo, hay muchos que nos encontrábamos muy metidos en la Liguilla, sobre todo atraídos con el objetivo americanista de alcanzar el tan mencionado título en su centenario y el morbo por ver si lo logran. Lamentamos este receso que aparentemente tenía una solución sencilla, pero por ahora, disfrutemos el hecho tan original de tener el partido más atractivo del torneo en uno de los días más adecuados para ver televisión o ir al estadio.

 
felixfc@hotmail.com
Twitter: @Felixatlante12
 
 
compartir por:
Estudió la Licenciatura en Pedagogía por la UNAM. Como futbolista participó desde 1986 y hasta el Torneo Verano 2002 con: Toros de Texcoco, Atlante, Atlético Celaya y Puebla. Integró la Selección Nacional desde Mayo de 1993 hasta 1996; mundialista en EU 1994. Se ha desarrollado como articulista del Periódico REFORMA desde 1996.
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Félix Fernández?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
Estilos en la Semifinal
03-12-2016
Carta a Sergio Bueno
29-11-2016
Veto a la prensa en la Selección Argentina
19-11-2016
Cardona y el cuidado de su profesión
13-11-2016
Tiago Volpi
05-11-2016
Saldo tras el Clásico de Copa
29-10-2016
El abandono del Atlante
22-10-2016
Centenario del América
15-10-2016
El escape de Enner
08-10-2016
José Fernández
01-10-2016
La Volpe en el América
24-09-2016
El regreso de Landon Donovan
18-09-2016
Otras columnas
Roberto Gómez Junco
Reivindicación anhelada
Rubén Romero
Calificando para Boston
Homero Fernández
Una Final binacional, de extremo a extremo