Joya en riesgo Pasar de ser una sólida promesa del futbol mexicano, campeón olímpico, seleccionado nacional mayor e infaltable en Primera División a banca en el Ascenso no debe ser fácil, digo, de asimilar, porque el camino más de uno lo ha tomado.
Ya aquí les he relatado mucho el caso de un nayarita talentoso, que quedó entre los tres mejores jugadores de un Mundial Sub 20 y que tenía proyección para ir al futbol de Europa: Jorge Enríquez.
En el 2012 se colgó el Oro Olímpico en Wembley, pero que a los 25 años está más cerca de engrosar las filas del desempleo, como les pasó a otros en el último semestre, que de cumplir con las expectativas que generó cuando debutó hace seis años.
Después de que los Coras se quedaron en casa para ver la Liguilla del Ascenso MX, la directiva, encabezada por Víctor Manuel Arana, está pensando en darle libertad al "Chatón".
Enríquez en buen chavo y proyectaba a ser un jugador con muchas condiciones, pero quienes conviven con él dicen que su problema no está en los pies, sino en la cabeza.
Y no es que no sepa rematar, porque para eso se pinta solo, sino que pasa mucho tiempo distraído con cuestiones que nada tienen que ver con la cancha.
Su mudanza a Tepic no fue sencilla, porque además de buscar revalorar su carrera después de pasar sin pena ni gloria por el León, donde Aldo Rocha le comió el mandado, tuvo que alejarse de su familia.
Su esposa, la ex Miss Jalisco y conductora de televisión Gladys Castellanos, no lo acompañó en su aventura nayarita y se quedó en Guadalajara, así que "Chatón" tenía que ir y venir todas las semanas para ver a su mujer e hijo.
La directiva quería que liderara el proyecto en busca del ascenso, pero las lesiones y la ausencia del don de mando que presumía en la Selección olímpica dejó decepcionado a más de uno.
Enríquez estaba convencido de que quería brillar, el problema es que simplemente no pudo.
Aunque lo quieren bien, a reserva de lo que piense Marcelo Leaño, el nuevo timonel, los Coras preferirían dejarle en libertad para que busque chamba en otro lado.
La opción de las Chivas se ve muuuy lejana, porque ahí pelean por el puesto Michael Pérez y Juan José "Gallito" Vázquez, por lo que Matías Almeyda ni en el mundo lo hace.
Eso sí, siempre está muy activo en sus redes sociales, lo que nada tiene de malo, pero no creo que busque trabajo de community mánager.
La cosa es que, antes de tratar de convencer a alguien más, debe convencerse a sí mismo, porque condiciones y edad las tiene.
Grilla dorada Si usted es amigo de Damián Álvarez, es su momento de jugar un partido amistoso ante las Chivas doradas.
Bueno, al menos eso es lo que me he enterado en la organización previa al Clásico del Pueblo, que se jugará el 17 de diciembre en el Estadio Jalisco, entre rojiblancos y rojinegros.
Mientras del lado de las Chivas no hay problema para traer a ex jugadores, con el Atlas anda la grilla con todo y hasta algunos hasta se han dedicado a desmentir a los organizadores.
En la publicidad dicen que vendrán (léase con voz de Ricardo La Volpe) los Erubey Cabuto, los Daniel Osorno, los Miguel Zepeda, los Mario Méndez, los Jaime Durán, los 'Tripa' Pérez, los Juan Pablo García, los Hugo Castillo, los Héctor López, los Omar Briseño... muchos que fueron parte de la Final de 1999 y otros ilustres de más para acá.
Pero no ha habido arreglo. La razón es muy fácil: al parecer Álvarez está armando más bien un equipo más de amigos rojinegros y firmó a Juan Carlos Chávez, Héctor Medrano y uno que otro de buenos recuerdos, como Martín Félix Ubaldi, Christian Domizzi, Pável Pardo, Gerardo Mascareño, Omar Blanco, Jared Borgetti, Héctor Mancilla, Leandro Cufré y alguno que otro.
Debido a que no le dieron la atención que requería, la generación dorada de los Zorros les dijo: "Gracias, ahí nos vemos", y quema el evento en redes sociales.
Cada vez confirmo más que la grilla y el Atlas siempre serán como Juan Osorio y Niurka. Bueno, algo más duradero, pues.
Más deudas Ya uno no sabe si reír o llorar, pues pierde la capacidad de asombro. Ahora resulta que, además de los Jaguares, hay otros equipos que no les pagan a sus futbolistas y así siguen jugando.
Los jugadores del Atlante tuvieron que chutarse el juego de ida de la Final del Ascenso MX sin saber si, al llegar a sus casa, ya les habían sacado sus cosas por falta de pago.
Al plantel y cuerpo técnico les adeudan un mes a mes y medio de salario, una práctica que, diiicen, es muy común entre la gente que maneja a los Potros, pues aunque ya no figuren, siguen siendo Miguel Ángel Couchunal y José Amponio García, los mandones, ahora que quienes manejan al equipo son sus hijos. Qué bonita familia.
Así como a los de Chiapas les dieron billetes y cheques del Turista Mundial, a los del Atlante les prometieron una lana con lo recaudado ayer en la taquilla del Estadio Andrés Quintana Roo. Lo bueno es que de los casi 18 mil espectadores que le caben, asistieron unos 15 mil, así que algo salió para juntar lo de las quincenas.
El cuento de nunca acabar.
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