Estimado Sergio, seguro lo recuerdas tan bien como yo:
 
Aquel 19 de abril de 1996 llegamos a la asamblea de la Asociación de Futbolistas Profesionales gracias a tu iniciativa, indignación, convicción, rectitud y decisión de encabezar una nueva etapa transparente dentro de nuestro muy cuestionado gremio. Sí, ese día Manuel Negrete pretendía transferir el poder a su abogado Víctor Campos prácticamente en secreto, pero tú te enteraste y fuiste, equipo por equipo, a informar sobre la Asamblea y a ponerte a disposición de nosotros si es que considerábamos adecuado elegirte Presidente.

Llegamos no muchos, pero suficientes para impedir la transferencia de poderes entre ellos, ante una supuesta falta de quórum. Fue tan sorpresiva nuestra aparición, como bien recordarás, que ni siquiera se había rentado un salón en el hotel Royal ni tampoco había orden del día.

Creímos en ti, te elegimos y peleaste desde ese momento para que los acuerdos fueran notariados y se respetara la votación. Todo fue muy turbio y sin prensa en el recinto. Al día siguiente, increíblemente el comunicado publicado en Reforma, decía: "Víctor Manuel Campos Carcaño, quien venía fungiendo como asesor jurídico, será el nuevo Presidente de la AFP. Negrete y Hermosillo anunciaron ayer la designación de Campos y tienen plena confianza que el abogado sacará adelante el trabajo". Los acuerdos y la votación fueron pisoteados hacia el exterior. Aun así no lo permitiste y Campos nunca tomó posesión ¿Recuerdas?... La decisión de los futbolistas fue respetada, independientemente del desenlace.

Poco tiempo después iniciaste tu carrera dentro de la dirección técnica, primero como auxiliar, después ya como técnico. Siempre frontal, siempre trabajador y con esa difícil dualidad entre líder y amigo que bien supiste manejar.

Has dirigido 15 equipos, con buenos o malos resultados, pero siempre con una gran influencia en la mayoría de tus jugadores. Señalaste a los "vividores", separaste a los vagos y exhibiste a los nocivos mirando a cada uno a los ojos.

Hoy, el destino, la necesidad o la nostalgia por la adrenalina de la banca te llevaron de regreso a Chiapas, donde anteriormente hiciste muy buen trabajo. Presuntamente tu cercanía y amistad con quien preside a estos Jaguares, que se han caracterizado más por sus adeudos que por su virtudes, ha sido fundamental para tu decisión. Mala tarjeta de presentación para tu credibilidad en un equipo necesitado de un líder verdaderamente representativo.

Con solo 2 puntos ganados de 21 llegaste a la última jornada; con 13 partidos sin conocer al victoria, con el último lugar de la clasificación asegurado y con adeudos públicos y reconocidos en los salarios de los jugadores, quienes se preparaban para enfrentar a Atlas. Tus jugadores tomaron la decisión de protestar públicamente ante la muy censurable falta de pago y fueron respaldados por sus rivales. Algo verdaderamente inédito sucedería en la cancha del Víctor Manuel Reina tras los acuerdos...

Sin embargo, persuadiste a tus jugadores: "Hay que abonar para que la Liga se vea fortalecida y estas cosas no ayudan en nada... no hay que ensuciar la casa", les dijiste. Sí, una vez que los acuerdos estaban tomados, que la votación se había llevado a cabo y que ellos mostraron iniciativa, indignación, convicción, rectitud y decisión de encabezar una nueva etapa dentro del cuestionado gremio.

Estimado Sergio, seguro recuerdas bien lo sucedido hace 20 años, todos nosotros recordamos muy bien el tipo de una pieza que siempre has sido y nos negamos a creer que hayas cambiado.

 
Twitter: @felixatlante12
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