"Soy mexicana nacida en Estados Unidos; siempre he estado muy orgullosa de Lorena Ochoa, lo que realizó y la forma que lo hizo fue con clase. Es un modelo de persona a seguir para los niños mexicanos, pueden verla y decir, 'si ella pudo hacerlo, yo también'".
Nancy López, Golfista
Cuando llegó la noticia sobre la inducción de Lorena Ochoa al Salón de la
Fama del Golf Mundial el martes pasado, lo primero que nos hizo ver fue lo rápido que pasa el tiempo.
El anuncio por el Comité de Selección también nos ha hecho recordar lo grandiosa que fue su carrera en esos ocho años y medio en la LPGA.
Una carrera como la de Lorena no podría pasar desapercibida al ganar 27 torneos en la Gira, incluyendo dos Majors. En su primer año ganó el título de Novata del Año; fue nombrada la Jugadora del Año cuatro veces (2006-2009); mejor promedio de golpes (2006-2009) y estuvo clasificada como la mejor del mundo durante las últimas 158 semanas que jugó (se retiró como número uno).
En un periodo de tres años (2006-2008) se adjudicó 21 títulos e importante de reconocimientos; lo mejor de su carrera fue saber combinar su implacable espíritu competitivo con un carácter y personalidad afables que fueron y seguirán siendo su mejor estandarte.
Los miembros del Salón de Fama son nominados por ser o haber sido competidores, tanto hombres (Davis Love III) como mujeres (Lorena), veteranos (Ian Woosnam y Meg Mallon ) o personalidades que han influenciado el golf (Henry Longhurst, escritor inglés).
El Comité de Selección se compone de 16 personalidades del mundo del golf y miembros del Salón de la Fama.
Para ser aceptado, el inducido se tiene que recibir 12 de los 16 votos. Lorena fue aceptada en su primera nominación y en su primer año de ser elegible (cinco años después de toda actividad). Los nominados de este año serán los miembros 156 al 160 del Salón de la Fama.
El nombre de Lorena entrará en la inmortalidad del golf mundial a partir del 27 de septiembre 2017 en Nueva York, en una ceremonia que se hará durante la semana de la Copa Presidentes.
Han sido seis años desde que Lorena dejó las competencias para iniciar su retiro. Fue en el campo de Tres Marías, en Morelia, cuando embocó su último putt.
Lorena sabía que jugar menos de 10 años en la LPGA podría evitar que algún día su carrera y trayectoria no estuvieran en la inmortalidad y recibir la cereza del pastel en su carrera, el ingreso al Salón de la Fama. El requisito que sólo el tiempo podría tumbar, pero eso nunca llegó porque el mundo del golf también sabía que su retiro la llevaría a alcanzar la plenitud como mujer, como lo ha mostrado.
Hasta el próximo green.
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