Desde la primera Liguilla que se jugó en México en 1970-71, la máxima ausencia de Cruz Azul en ella había sido de dos consecutivas.
Le sucedió en los dos primeros torneos cortos de la historia -Invierno 96 y Verano 97-, y en 1981-82 y 1982-83, y ahora está a punto de quedar fuera por quinta serie final consecutiva.
Por lo tanto, decir que está pasando el peor momento de su historia
no es de ninguna manera exagerado. Los números lo gritan con enorme impotencia y sin saber cuál es su rumbo inmediato.
La aguantadora afición celeste, que pese a todo suele estar con su equipo, hoy ha claudicado.
La entrada que se registró el sábado contra Puebla fue la peor del torneo en cualquier estadio. Cuando una afición se siente abandonada, responde de la misma forma: también abandona.
Aunque sea cierto que como en otros partidos el equipo merecía mejor suerte, que el árbitro volvió a equivocarse y que la derrota volvió a ser de último instante, el problema no radicó en los 90 minutos finales de la gestión de Tomás Boy, la historia se fue construyendo partido a partido, con la sensación que fue cambiando con el tiempo: parecía que La Máquina tenía en ese técnico explosivo -diferente a su costumbre- a alguien que pudiera enderezar la historia. Poco a poco se fue diluyendo el equipo y con él, la idea.
Sería sencillo si todos los males de una organización dependieran de un cambio de fusible. Que a la salida de Tomás -y antes de Sergio Bueno y antes de Luis Fernando y antes de...- con el sustituto se pudieran resolver los conflictos que han ayudado a que palidezca de tal manera una de las franquicias de prestigio deportivo más envidiable que en algún momento tuvo el futbol mexicano.
Tomás es un técnico capaz. Como lo es Eduardo de la Torre en la dirección deportiva.
Su directiva es de las más experimentadas en todo el circuito.
¿Qué terrible conjunción de cosas ha empantanado La Noria? ¿Qué es lo que debe cambiar para desatorar una era tremendamente negativa que ya no sólo es por la pérdida de títulos en el último instante sino que ahora ya está por ligar cinco torneos sin Liguilla?
El día a día tiene que dar respuestas.
Cruz Azul, con todo y las problemáticas que ha vivido en el seno de la Cooperativa, no ha dejado de invertir en el equipo, no ha dejado de buscar refuerzos , no ha desatendido un solo fin de semana las peticiones de quien está a cargo.
Pero la crisis deportiva indica otra cosa.
Se viven las horas más bajas y La Máquina tiene una silla en el escenario de la Tabla de Cocientes.
Nunca antes se sufrió así en Cruz Azul. Y los culpables son todos.
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