La apuesta maldita

Francisco Javier González
en CANCHA


Llegaron casi al mismo tiempo a sus respectivos equipos y varios pensamos que la apuesta valía la pena.

Ignacio Ambriz y Sergio Bueno fueron presentados respectivamente en América y en Cruz Azul después de carreras prolongadas en diferentes campos de batalla y en diferentes roles.

Dos ex futbolistas que en la disciplina y su pasión por el oficio fincaron carreras largas -Ambriz con

mayor éxito que Sergio-, llegaban por fin a un equipo grande, con posibilidades y recursos que al mismo tiempo ofrecían exigencias sin antecedente para ellos.

El paso de tiempo fue demasiado rápido para Bueno, que estará calentando en la imaginaria para tomar a los Jaguares. Diez fechas del Clausura 2015 con seis derrotas fueron suficientes para que dejara a una Máquina llena de lesiones, llegadas tardías de refuerzos y pocos resultados.

En el caso de Ambriz, el total de partidos dirigidos fue mucho mayor: 51 en total. Y de ellos, perdió 17 con un escalofriante número como local: cayó 10 veces en el Azteca, donde este torneo le ganaron claramente Tigres, Chivas y ahora León.

El rostro de Ricardo Peláez, desencajado, tenía un motivo además del momento anímico que vive el equipo: es la primera vez que desde su asunción a la presidencia deportiva, sale un entrenador antes del final de la campaña.

Cruz Azul decidió cambiar el rumbo y contratar a un técnico experimentado, temperamental y que tampoco había dirigido a un club tan grande. Tomás Boy sigue cabalgando.

¿Qué perfil de entrenador puede y debe buscar el América? ¿De qué le dará tiempo ahora?

Los vuelos de las Águilas siempre apuntan alto. Por el Centenario, por la exigencia de su historia y porque tiene un plantel al que se le tiene que pedir protagonismo en cada Liguilla.

La distancia respecto al líder general -Tigres- es de cinco puntos y América está en zona de clasificación. Pero no logra tener el empaque colectivo ni la consistencia que pudieran hacer optimistas los pronósticos. Por eso la nueva derrota hizo imposible la continuidad.

Ambriz pensó renunciar antes de la conferencia de prensa pero fue disuadido. Sin embargo, la consulta con la almohada ratificó lo que pasaba ya por la cabeza de todo el mundo americanista.

Dos esperanzas para que dos técnicos mexicanos triunfaran en equipos que les darían más armas para ello, terminaron distinto. Ambriz clasificó a Liguillas, fue semifinalista y se coronó en Concacaf mientras que Bueno no terminó de hacer ni su mudanza.

Una minoría creímos que la historia sería distinta. Apostábamos por un mejor final.

También sentimos que no haya sido así.

 
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