Un reclamo frecuente en algunos maratones es contra los corredores "metidos", que no toman la salida y se incorporan a la competencia a lo largo del trayecto.
Una queja es la del estorbo que representan quienes entran frescos, corriendo a un paso de carrera muy diferente al de quienes arrancaron desde la salida, y otra es que quienes corren el maratón incompleto devalúan la medalla de
finalista que se recibe al cruzar la meta.
En redes sociales se han generado propuestas de solución que, si bien no son fáciles de implementar, tienen mucho sentido común.
Hubo quien sugirió instalar un semáforo que se prenda verde para quienes pasan por todos los puestos de control y rojo para quienes no lo hagan.
La verdad es que ya hay quien está diseñando un procedimiento para resolver ese problema, partiendo de la base de que quien sepa que corrió el maratón completo y quiera su medalla aceptará pasar por un tapete electrónico final colocado después de la meta y antes de la entrega de medallas, en el que se producirá una señal (ámbar) para quienes no tengan sus registros completos.
Es cierto que la tecnología no es perfecta y que en ocasiones puede fallar, por lo que ya se piensa en poner cámaras de video en las tomas de tiempos parciales. El organizador deberá ser muy cuidadoso al descalificar a algún corredor.
¿Qué pasaría con quienes sepan que corrieron su maratón completo y resultaran señalados con la luz ámbar?
En ese caso el corredor tendría la opción de llenar un formato muy sencillo, incluyendo su número y su firma, para pedir una revisión que el organizador deberá atender en pocos días. De aclararse que sí corrió el maratón completo se le mandaría la medalla por mensajería, y un presente para compensar la espera.
Pero, ¿qué pasaría si se demuestra que el quejoso no corrió el maratón completo y aun así pidió una revisión? ¿Le parece bien un par de años vetado del maratón? Aquí no debe olvidarse que los metidos aumentan los costos del maratón.
Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.
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