¿Y ahora qué?
No saben ni qué hacer en la Selección Mexicana.
Y al hablar en plural, créanme que incluyo a demasiada gente.
Juan Carlos Osorio no sabe si llamar a Carlos Vela, quien ya se apuntó para ser convocado y dio a entender que últimamente no se ha negado a venir, a diferencia de Giovani Dos Santos.
Para los duelos moleros ante Nueva Zelanda y Panamá del próximo
mes no tiene ni idea de a quién va a llamar y a quién dejará en su casa.
Los directivos no saben si darle la confianza al colombiano y, en caso de que no, tampoco tienen claro a quién buscarían, porque, como les dije ayer, las opciones del mercado se reducen casi casi a lo que hay en México.
Aparte de los que les mencioné ayer, apunten también a Antonio Mohamed como opción, pero no sólo a él, porque con tres triunfos en las siguientes jornadas casi cualquiera anda siendo candidato.
Pero ya les había dicho que tampoco saben qué hacer con Raúl Gutiérrez, así que el "Potro" ha ido aprovechando su tiempo para irse colando en el Tri mayor, pero el puesto de auxiliar lo tiene ya ocupado el "Libretitas". ¿Con sus paisanos miembros del cuerpo técnico? ¡N'ombre, con Rafa Márquez!
Aunque muchos han criticado esto diciendo que con eso el DT muestra falta de personalidad, me parece que es al contrario.
Aquí la cosa es que le haga caso y terminen acertando porque poner a Diego Reyes de lateral, por ejemplo, no los dejó bien parados.
Cuando gana lo absurdo
Pues como les platiqué el lunes, la afición rojiblanca se dejó ir a comprar su camiseta de colección como si de eso dependiera el futuro de la raza humana.
Como vieron a los vecinos que se fueron una noche antes, estos dijeron "les ganamos en el nivel de necedad" y se fueron dos días antes, logrando a la tienda a que les vendiera antes de lo programado, pues finalmente ya se habían completado los mil 206 aficionados a quienes les iban a vender.
A mí me parece una exageración, pero cada quien sabrá qué hacer cuando está desempleado, de vacaciones o si decide dejar sus actividades por conseguir un uniforme; es respetable.
Ah y al igual que la Fiel, acá también los organizados fueron los aficionados, que hasta mandaron hacer boletos foliados que terminaron respetando los organizadores, aunque al principio dijeron que no, para evitar broncas de que se metieran a la fila los gandallas.
Lo que no se vale es lo que hicieron un grupo de barristas rojinegros que, al no tener nada que hacer, se fueron a lanzarles piedras, insultar y molestar a los que estaban haciendo fila.
Claro, cuando en Andares estaban formados los de la Fiel tampoco faltó el rojiblanco que les gritó o los insultó.
Como en todos lados, nunca faltan los que llegaron tarde a la repartición de cerebros y que no les alcanza a girar la ardilla más que para hacer este tipo de desmanes.
¿Cuándo veremos los días en que todo esto sea simple afición, unos apoyando al Atlas y otros a las Chivas o al equipo que sea y que se respete al rival de manera civilizada?
Potros de remate
Yo sé que a nadie le importa el Atlante, excepto a mi amigo Toño de Valdés, pero no deja de ser un equipo de historia y arraigo que está cercano a desaparecer.
Ya el tema de retraso en los pagos a los futbolistas no es nuevo, de hecho, sucedía desde que estaban en Primera División, pero ya la cosa está más grave porque Alejandro Burillo ya no quiere seguir metiéndole lana a ese barril sin fondo.
La bronca es que una franquicia de la Liga de Ascenso puede llegar a costar unos 2 millones de dólares o hasta menos y el "Güero" sólo está dispuesto a rematar a sus Potros en 8 millones.
Además, la plaza nunca terminó por hacer click con el equipo y la última esperanza es, para variar, el Gobierno; en este caso el próximo gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien es muy aficionado al futbol, aunque le va al América.
¿Cómo ven, alguien dijo yo?
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