Estamos a sólo dos partidos para ver terminada la Jornada 4 de nuestra Liga MX.
Para algunos equipos esto puede significar que estamos iniciando el torneo y que apenas están calentando motores, pero para otros, futbolísticamente por debajo de lo esperado, pero siempre muy exigidos como Cruz Azul y León, sus directivos ya están preparando las guillotinas.
El Cruz Azul no juega a nada
y cayó de local, mientras que el León, mal y de malas, ya que en el primer tiempo tuvieron dos jugadores lesionados, recibieron al Monterrey y fueron goleados 3-0 con un triplete de Funes Mori.
Redonda para los equipos regiomontanos, así describo esta Fecha 4, ganan con méritos y muestran mejorías.
Aquí en la ciudad, los Tigres dieron un muy buen primer tiempo, generaron un futbol que seguro dejó satisfecho a Jurgen Damm, quien en la semana comentó que buscarían más variantes.
En los primeros 45 minutos me gustó el dinamismo, el atrevimiento y los vi más verticales; con pocos toques ya estaban pisando el área rival.
A petición de Damm vimos variantes como los tiros desde fuera del área, un Israel Jiménez con más profundidad y Aquino en la posición que mejor domina.
Tigres hizo casi todo bien y sólo le faltó el gol, faltó la cereza en el pastel.
Lo que sí me dejó indignado de nueva cuenta fue el segundo tiempo. No creo que había necesidad de que todo el estadio estuviera pidiendo el final del encuentro.
Otra vez el miedo a que se les escaparan los tres puntos le ganó a su atrevimiento para buscar con más determinación el gol lapidario, aquel que ofrece a su gente la tranquilidad de festejar anticipadamente la victoria.
Otra vez en el torneo, como frente al América, los felinos fueron ganadores con todos los méritos, pero en esta ocasión corrieron riesgos innecesarios dejando de hacer en el segundo tiempo lo que tan bien hicieron en los primeros 45 minutos.
En León, el Monterrey volvió a encontrarse con su tremenda capacidad goleadora, curiosamente sin Dorlan Pabon, pero con un inspirado Funes Mori que pese haber sido cazado por toda la defensiva esmeralda se metió en su historial un triplete.
No me nace decir que fue un partido perfecto de Monterrey, pero lo que es seguro es que supieron aprovechar perfectamente bien la desesperación y la presión que vive su rival.
Se presentaron mejorías en la media cancha, lo que ayudó a que se viera más lúcido su juego colectivo.
Luego de un arranque algo desabrido, los Tigres con dos victorias consecutivas y el Monterrey ganando como visitante coloca un poco las cosas en su lugar. Hoy los felinos amanecieron en el cuarto lugar en la tabla de posiciones y el Monterrey ya sumó de a 3, y como visitante.
Espero que eso sea muestra fidedigna que los equipos regios empiezan a carburar.
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