Apenas han pasado dos jornadas y lejos de hacer un análisis, muchos ya se aventuraron a divulgar uno que otro réquiem, pero ¿en 180 minutos dieron su real matiz los equipos de la Liga MX?
En sentido práctico, el verdadero enemigo a vencer para cualquier equipo de futbol son las circunstancias. Y en sentido épico, "sabemos lo que somos, pero ignoramos lo que podríamos ser" (William
Shakespeare).
El América, por ejemplo, necesitó que transcurrieran 100 años de presencia para aventurarse a publicar algo que en nuestro futbol es completamente inusual: "queremos ganar todo". Y eso que ellos invariablemente presentan la mejor plantilla de la liga y una de las mejores del continente.
¿De qué está hecho el espíritu de competencia del mexicano? En el caso del futbol, hay quienes le achacan la culpa al sistema de competencia. Pero desde mi percepción, este rasgo de comportamiento sólo es una huella profunda de aquello que a nuestros ancestros les inculcaron los conquistadores: la ambición es un pecado más grave que el orgullo y ustedes nacieron para ser siervos del Señor o de todos aquellos que se parezcan a él.
Y si realmente fuera nuestro sistema de competencia, entonces ¿por qué el Barcelona de Pep Guardiola ganó en el 2009 el campeonato de Primera División de España, la Copa del Rey frente al Athletic de Bilbao por 4-1, la Liga de Campeones de la UEFA frente al Manchester United por 2-0, la Supercopa de España frente al Athletic de Bilbao con un global de 5-1, la Supercopa de Europa frente al Shakhtar Donetsk por 1-0 y el Mundial de Clubes frente a Estudiantes de la Plata por 2-1, si sólo una de estas seis competencias se juega a puntos?
Según cuentan los propios jugadores del Barcelona, Guardiola los juntó a un costado de la cancha del Estadio Sheikh Zayed, de Abu Dabi, donde 43 mil espectadores ya habían observado cómo el equipo de Alejandro Sabella era alcanzado con gol de Pedro al minuto 88.
Y previo al inicio de los tiempos extra, Pep les dirigió en una simple oración las siguientes 13 palabras: "Si perdemos, continuaremos siendo el mejor equipo del mundo. Si ganamos, seremos eternos".
Cabe remarcar que para entonces, el Barcelona acumulaba más de 67 partidos y que la mexicanísima excusa de los viajes junto al calendario de los partidos tranquilamente pudo ser usada.
Hasta donde sé, los grandes clubes jamás mencionan eso de "los torneos de Copa sólo sirven para foguear chamacos", mismo argumento que a nuestros entrenadores les encanta predicar con tal de sacudirse la incómoda acción de ganar.
Por lo pronto, el América "va por todo", ¿quién más se anima a imitarlo?
PD. "Aquellos que no se arriesgan no sufrirán derrotas, sin embargo, nunca tendrán victorias", Richard Nixon.
Lo escrito, escrito está.
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