COI... mano blanda

José Ramón Fernández
en CANCHA


Señoras y señores, dejemos un poco el futbol, la liga ha arrancado tan floja que no vale la pena hablar mucho de ella.

Pero hablemos de los Juegos Olímpicos que están a la vuelta de la esquina en Río y el escándalo del dopaje en Rusia.

La Agencia Mundial Antidopaje intervino por un pitazo, podríamos decir, de la atleta Stepanova que fue la que destapó el fraude y que ahora no va a

poder participar como neutral porque el Comité Olímpico Internacional (COI) no va a aceptar atletas neutrales; se va a quedar fuera.

Rusia está a favor del veto sobre esta atleta, por supuesto; hay quien dice que la Federación Internacional de Atletismo verificó con gente especializada en el antidopaje los perfiles de los atletas de todo el mundo, sobre todo los rusos.

Y ahí empezó la famosa investigación que encabezó Richard McLaren, que ha sido un luchador incansable en las épocas de Beijing en la lucha contra el EPO, en los juegos de Londres, que apenas están saliendo sus positivos.

Pues este asunto cayó en manos del TAS que censuró la situación y le pasó al COI la decisión final, y el Comité tenía en sus manos la posibilidad de dar un castigo severo, pero ellos también se rigen por cuestiones mercantiles y de negocio.

Rusia es un país poderoso en los Juegos Olímpicos, tan poderoso que gastó 50 mil millones de dólares en hacer unos Juegos Olímpicos en Sochi hace algunos años, con muy buen resultado.

Por lo tanto, tardó mucho en tomar la decisión y cuando lo hace, se la pasa directamente a las Federaciones Internacionales y les dice claramente: hay que considerar atleta por atleta y que cada federación internacional tenga que suspender a aquellos que dieron positivo con niveles de testosterona o de EPO o de otras sustancias y no sacrificar a los atletas limpios; aquellos que fueron encontrados con dopaje hace un año y que hoy están limpios, también deben de estar sancionados.

Por supuesto que hay atletas que utilizan sustancias para ser mejores, que hay quienes hacen trampa; era evidente que los rusos se dopaban, pues sus valores hemáticos eran muy altos y además tenían la capacidad de manipular perfectamente los frascos que daban los resultados malos por buenos.

Por lo tanto ahí va a quedar la historia del dopaje, ojalá que la Federación Internacional de Atletismo, que ha sido la más persecutoria, como la Agencia Mundial de Antidopaje, sigan persiguiendo de oficio las situaciones de dopaje de atletas del mundo entero.

 
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