Crimen periodístico

José Ramón Fernández
en CANCHA


Señoras y señores, a 17 días de los Juegos Olímpicos, dígame usted si en la televisión abierta, concretamente en Televisa y TV Azteca que son lo mismo, piensan igual, se juntan para todo lo maquiavélico, han hecho una sola nota sobre Juegos Olímpicos. Un evento de relevancia mundial desaparece de las pantallas porque ellos quieren.

Usted tiene en su control remoto un botón con la palabra

"mute", y las televisoras han decidido, al no tener los derechos de explotación y rendimiento económico del evento, hacer lo mismo en su señal, al no publicar absolutamente nada.

Esto sucede porque el Comité Olímpico Internacional decidió distribuir los derechos de otra forma y por eso quedaron fuera.

Pero los Juegos Olímpicos no van a perder su importancia ni su relevancia ni la capacidad de reunir gente frente a ellos, lo que sí se puede llamar es el crimen periodístico y el Ifetel debe estar atento, pues a principio de sexenio, con nuevas leyes de telecomunicación, se informó que sería el árbitro absoluto de la comunicación, sobre todo de la television, de los monopolios y la preponderancia en sectores tanto abiertos como cerrados.

Porque no es válido que si el deporte o el evento no es mío, entonces no existe.

Y el público de México debe de estar acostumbrado a ese maltrato y esas reacciones de soberbia, de rencor, de orgullo mal entendido, de periodistas totalmente domados por su empresa.

Hoy no hablo de un evento tan relevante como unos Juegos Olímpicos, que reúnen a más de 10 mil quinientos atletas porque simplemente no tengo los derechos.

Ha pasado al revés, generalmente las empresas de television abierta tienen los derechos de Copa América, Copas del Mundo, y todas las demás cadenas hablan del evento por supuesto.

Aun sin tener material completo, escenas de un minuto apenas, pero en esas televisoras no lo hacen y todo por el maldito raiting, por el maldito interés económico.

Es como si hoy la television abierta fuera una santa inquisición o lo mas cercano a ello. Hoy los inquisidores deciden no hablar absolutamente nada de un evento internacional de las características y la magnitud de un evento olímpico.

Por eso simple hecho de no tener los derechos, de que lo tienen lejanos competidores, o los intereses son tan grandes de la preponderancia absoluta del monopolio televisivo que tiene en televisión abierta y cerrada como anuncian sesenta canales de Sky más otros ciento veinte.

Qué soberbia y qué ignorancia absoluta de aquellos que rigen las leyes de las comunicaciones.

El evento existe y existirá con o sin ellos y que con su soberbia e inoperancia sepan qué hacer con ella.

 
jrfernandez@reforma.com
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