Argentina perdió tres Finales consecutivas en tres años. Messi ya no quiere jugar más con la Selección albiceleste. La participación en los Olímpicos de Brasil está en duda y el "Tata" Martino dio un portazo.
Pero la crítica situación deportiva es solamente la punta del iceberg a la deriva que se llama Asociación del Futbol Argentino (AFA).
Cuando el año pasado se hicieron
elecciones, las primeras desde 1991, para nombrar al sucesor del mandamás Julio Grondona el resultado fue digno de las historias electorales de México. Había 75 delegados habilitados, pero el escrutinio marcó un empate: ¡38 a 38! Luis Segura, uno de los candidatos, quedó al frente hasta el 30 de junio. Cuando volvieron a llamar a nuevas elecciones, la Justicia dispuso la suspensión.
Casi al comienzo de la Copa América, el vicepresidente tercero y cuatro altos dirigentes de los clubes grandes, renunciaron a sus cargos.
La cancelación de las elecciones por un órgano del Estado, cosa prohibida por la FIFA, determinó que Gianni Infantino enviara una misión para crear una Comisión Normalizadora. Fueron designados el ítalo-suizo Paolo Corvaro, a quien Maradona después de hablar con él le llamó "Camargo", y la abogada de la Conmebol, Montserrat Giménez. Entrevistaron a 43 candidatos y se espera que el lunes presenten a los elegidos de los distintos sectores que gobernarán la AFA. Se supo que Maradona no causó buena impresión por sus desplantes y solo Infantino podría salvarlo. A la espera de su oportunidad para reinar en la AFA quedó el líder de la mayor gremial de trabajadores y presidente de Independiente, Hugo Moyano.
Desde 2009, el gobierno kirchnerista pagaba los derechos a la AFA para transmitir por televisión abierta el torneo argentino y los partidos de la Selección.
Esta semana, la justicia procesó a dos ex jefes del Gabinete por falta de control en los fondos, y al presidente de la AFA, Luis Segura, y otro ex funcionarios por desvíos de los 5 mil 600 millones de pesos aportados hasta 2015 en "Futbol para Todos".
Son justamente esos contratos vigentes hasta 2019 que quieren recuperar y vender los clubes grandes con la formación de una "Súperliga" con 20 equipos, en lugar de los 30 de ahora.
Al frente estaría el "cuervo" Marcelo Tinelli, reconocido productor y figura del marketing televisivo, quien buscó la presidencia de la AFA en las elecciones empatadas. La Súperliga le dejaría a la AFA solamente las selecciones y los órganos arbitrales y disciplinarios. Pero "Camargo" les advirtió que ni lo piensen porque estarían incumpliendo con la FIFA.
"¡Qué desastre son los de la AFA por Dios!!!!", dijo Messi mientras llevaba horas esperando en el avión de la Selección antes del partido con Chile.
Qué "Lio", ¿no? ¡Sólo falta que llamen al papa Francisco para mediar!
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