Es usual que en días de calor se consulte al termómetro antes de salir a correr, pero la verdad es que aunque la temperatura ambiente es un buen indicador, ese dato no sólo puede ser suficiente.
Además de la temperatura hace falta conocer otro dato: la humedad relativa del ambiente.
Una alta humedad impide la disipación del calor corporal, aunque se corra a una misma
temperatura.
El verano regiomontano es húmedo, por lo que la percepción del calor y su efecto en el organismo pueden ser mayores a lo que indique el termómetro.
Pero eso no es todo. Además de la temperatura y la humedad hay al menos dos factores más que inciden en el corredor: el efecto del viento y la radiación solar.
La combinación de la temperatura, más la humedad del ambiente, más el efecto del viento, más la radiación solar producen un efecto térmico que no explica la sola lectura del termómetro.
A ese conjunto de datos se le conoce como el índice de estrés térmico WBGT (Wet Bulb Globe Temperature) o "Índice de temperatura del globo negro y termómetro húmedo".
Este es un factor que deberá ser tomado muy en cuenta para los ya próximos maratones olímpicos de Río donde se correrá por arriba de los 25 grados, con la humedad del nivel del mar y la radiación solar de la mañana carioca. No será fácil.
Dentro de este esquema, algo que se ha analizado últimamente con más detalles es el efecto de la radiación solar que resulta ser más importante de lo que parece.
En estudio hecho en Inglaterra se pidió a un grupo de voluntarios que pedalearan varias sesiones en bicicletas estacionarias hasta el agotamiento total en una cámara que se mantuvo a 30 grados y a un 50 por ciento de humedad relativa.
La única diferencia entre las sesiones fue que la cantidad de radiación solar simulada a la que se les sometió que varió desde cero hasta el equivalente al sol de mediodía.
Los resultados fueron bien claros: el tiempo requerido para llegar al agotamiento total fue de 45 minutos sin la radiación y de 22 minutos con el equivalente al rayo directo del sol.
Lo que esto confirma es algo que muchos corredores saben: el cielo nublado es un aliado del corredor. Esto es algo para tomar muy en cuenta al decidir la hora de salir a entrenar.
Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.
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