Señoras y señores, hablemos un poco de Juan Carlos Osorio.
Previo al partido contra Venezuela, estas fueron sus declaraciones: "Consideramos la rotación como un principio de vida, le damos oportunidad a todos los jugadores porque creemos que todos son importantes".
El mismo Osorio dijo al terminar el partido contra Chile: "Erré en la selección del grupo, en la parte estratégica y
táctica del partido".
Cuando un técnico declara que se equivocó en la selección de los jugadores y en la parte táctica, no se puede esperar otra cosa más que la derrota.
Al terminar 2-0 el primer tiempo, todo el mundo sabia que Chile iba a destrozar a la Selección Mexicana, no había por dónde moverse, no tenia salida ni liderazgo, nadie metía una voz de mando.
Arturo Vidal fue un mariscal de campo, hizo lo que quiso con Alexis Sánchez. Eduardo Vargas, dentro del área se lució, nadie pudo detenerlo y México nunca tuvo reacción ni una palabra o gesto de la banca para intentar cambiar el rumbo.
Ha sido muy cuestionado el método de Osorio, pero él se maneja así y todo el mundo lo sabía, lo que pasa es que mientras iba invicto todo el mundo lo aplaudía, aunque era contra equipos de Concacaf y uno que otro amistoso.
Hubo jugadores que se dejaron llevar por el partido, no hubo un esfuerzo por intentar cambiar las cosas. Hay que decir que hubo futbolistas que llegaron pasados de peso a la concentración, soberbios, que pecaron de indolencia, no se pararon nunca a la zona mixta y pensaron que podía ganar caminando la Copa América, por el apoyo de mexicanos que viven en Estados Unidos.
Fue dramático ver que, faltando 10, minutos el estadio se estaba vaciando.
No se puede informar un viernes previo al juego contra Chile que un reportero diga que Claudio Bravo está en peor forma y que hay que tirarle de lejos, cuando fue el mejor portero de la Liga española.
No es nada grato perder 7-0 para nadie. Queda marcado.
Nadie le niega a Osorio que sea metódico, analítico, trabajador, pero tener una equivocación como esa en un partido de Copa América, ante el campeón, no es para estar muy contento.
Si fuera un técnico mexicano no le permiten ni poner su renuncia, lo hubieran despedido ahí mismo. Siendo un extranjero tendrán que estudiar la decisión.
Dejó mucho que desear el equipo mexicano, aunque no estaba para más, porque no hay más jugadores, porque aquellos que no quieren ir a la Selección no deben ir nunca. Ni Giovani ni Vela deben ser llamados.
La Selección se la deben de ganar y no todos los futbolistas mexicanos que están en Europa son de alta calidad, algunos llegan por manejo de sus promotores, pero su calidad dista mucho de ser figura internacional.
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