Con exageradas poses de erudito, Juan Carlos Osorio presumía tener todo calculado.
Sus presentaciones publicas siempre fueron revestidas con excelsa verborrea: "presión alta", "presión media o baja", "transición defensa-ataque", "transición ataque-defensa", "quinto cabeceador"...
Es más, cuando le preguntaron en qué se basó para ganar en el segundo tiempo del partido amistoso contra
Chile, previo al arranque de la Copa América Centenario, articulando su semblante shakesperiano, contestó: "ajustamos la Zona 14 con la incorporación de Layún".
¿Zona 14?, lo primero que se me vino a la mente fue: "ah chingá, este colombiano tiene un misterioso bunker de secretos estratégicos equivalente al de los gringos en Nevada, Estados Unidos, el que llaman Área 51, ¡en la madre!, por fin la FMF contrató al Einstein del futbol mundial.
Y dos días después, ¡sopas!, gol del chileno Puch al minuto 15, de Vargas al 43', Alexis al 48', tres más de Vargas al 52', 57' y 73', y por si esto fuera poco, semejante a una manada de depredadores, los chilenos siguieron oliendo sangre, acertando otro más al 87'. ¡7-0!.
¡Toma tu zona 14, 12, 5, 4, 3, 2, 1! ¡Toma tu rotación!, ¡toma tu Jiménez de extremo derecho!, ¡toma tu Reyes de contención!, ¡toma tu Layún de volante izquierdo, lateral derecho, media punta!, ¡toma tu 4-3-3, 5-3-2, 4-2-3-1 y todos los números telefónicos que existan!.
¿Zona 14?, tan fácil como decir: "punta izquierda y tan-tan". Pero ahora resulta que un juego tan primitivo como el futbol, sino es graficado por los entrenadores con notaciones algebraicas de movimientos semejantes a una partida de ajedrez, no justifican los millones de dólares que cobran, pues "jaque mate", y que vivan los incautos.
En la memoria de Juan Villoro, referente a la humillación que recibimos en Argentina 78, el literato publicó: "en esos días, los alemanes nos trataron como si fuéramos polacos y los polacos como si fuéramos alemanes: 6-0 y 3-1 con cuatro días de diferencia.
Ok, en ese entonces era Hans-Peter Müller, Dieter Müller, Rummenigge, Boniek, Deyna, Lato, y los nuestros eran "pelo amarillo" Lugo, "El Hijín" Cárdenas, Soto, Rangel, Cristóbal Ortega, Isiordia y Hugo Sánchez, mismos que en represalia bautizamos como los "Ratones Verdes".
Pero hoy, con jugadores exportados como Herrera, "Chicharito", "Coronita", Moreno, Layún y Guardado, el invicto, el monstruo de la Concacaf, el que no perdía hace 22 partidos, simple y sencillamente fue reducido a su mínima expresión por Vidal, Alexis Sánchez, Vargas, Medel y compañía. Y esto siempre pasa cuando los análisis se hacen priorizando los marcadores pasados y no el funcionamiento.
PD. "La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió", Francisco de Quevedo.
Lo escrito, escrito está.
Twitter: @castillejos_m
castillejos@elnorte.com
