"Es irónico ir a México después de estar en Doral (Miami), pero bueno, brincaremos el muro y ya".
Rory McIlroy, profesional de golf
Como una deliciosa y fuerte bofetada a Donald Trump vimos los mexicanos la decisión del PGA Tour de retirarle el Trump National Doral, en Miami, uno de los torneos más antiguos y emblemáticos de la Gira, para llevarlo a México.
El
Comisionado del PGA Tour, Tim Finchem, confirmó el miércoles pasado lo que el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos adelantó con su peculiar estilo, despotricando contra todo lo que implicaba y tratando de ofender una vez más a nuestro País.
La realidad es que el PGA Tour tenía que encontrar la forma de desligarse de las alianzas con el multimillonario empresario de bienes raíces. Era una obligación de política interna.
Finchem necesitaba un argumento y éste le llegó como anillo al dedo al no encontrar patrocinador titular para el torneo, tras el retiro de Cadillac, y encontrar en Grupo Salinas de México, con su proyecto Azteca Golf, al socio ideal en el momento perfecto.
Grupo Salinas tiene tiempo de haber incursionado en actividades importantes en la industria del golf. Son patrocinadores de Carlos Ortiz, Óscar Fraustro y de otros profesionales en las mejores giras.
Están dando cobertura informativa de la actividad del golf y aspiraban a lograr algo más importante.
El torneo, parte de la serie World Golf Championship, es un premio, muchísimo más de lo esperado y adelantado en varios años.
No importa qué tan bien presentado haya estado el proyecto Azteca Golf y el respaldo de Grupo Salinas, pues para conseguir una fecha del PGA Tour hay que esperar varios años.
El compromiso adquirido por Grupo Salinas es muy serio y de grandes dimensiones, ya que detrás de organizar un torneo del PGA Tour, de comprometerse al menos por cinco años y garantizar unos 15 millones en dólares anuales, tiene que haber logística, seguridad y programas que impulsen el crecimiento de la afición.
Trump había invertido en los últimos años cerca de 200 millones de dólares en renovar el desarrollo y su campo, pero a la mayoría de los jugadores no les gustó como quedó. Ahora esperemos que el torneo anunciado para jugarse en el Club de Golf Chapultepec para marzo de 2017 aterrice bien y los mejores golfistas del mundo continúen incluyendo al futuro torneo en su calendario.
Finchem llegó al puesto de Comisionado PGA Tour por su habilidad en el manejo de política y como negociador.
Fue él, entre otros, quien llevó a Jimmy Carter a la presidencia de su país, así que, lidiar con Trump no era difícil, y más porque estaba claro que el magnate podría causar serios líos.
El PGA Tour es una asociación non for profit (sin fines de lucro), según las leyes fiscales y no puede estar ligado a alguien que usa expresiones discriminatorias.
Recordemos el caso de clubes que fueron forzados a eliminar la restricción de no admitir negros o damas si querían albergar torneos del PGA Tour. Finchem dio una patada al estilo político, por debajo de la mesa, para salir limpio en lo que se ve y escucha.
Hasta el próximo green.
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