San Cadilla
en CANCHA


Se mueven las aguas
 
 
Pues ahí les va todo esto del reacomodo de técnicos ahora que ya se está acabando el torneo y que como siempre los promotores... perdón, los currículums de los entrenadores, con chamba o sin ella, se andan moviendo ya en los escritorios de algunos directivos.

Para nadie es un secreto que José Cardozo ya se bajó del camión choricero. Muchos se

preguntarán por qué no se aguantó a decirlo hasta que acabara la participación de los Diablos en Liga y Libertadores. La razón es muy sencilla: ya sabía lo que venía y hasta que el sustituto merodeaba el Nemesio Diez, un entrenador que dio el último título al Toluca antes de tomar a la Selección Mexicana.

El otro caso está en la Perla Tapatía y es otro regreso. Por más goliza que el Atlas le recetó a Jaguares, la directiva no se la jugará con Paco Ramírez y ya que anda por ahí Alberto de la Torre, el directivo puja por revivir la dupla que tuvo con un bigotón tanto en el equipo rojinegro como en el Tri y que estaba precisamente de "rival" el sábado en Chiapas.

 
 
 
Mucho en juego
 
 
Qué tal el numerito del presidente del Tapachula, Gabriel Orantes, tras la eliminación de la Liguilla en el Ascenso MX. El escandalito fue tal que ya le echaron 4 meses de suspensión, luego del "rosario" que le dijo a los árbitros del partido contra Mineros.

No hay que olvidar que el señor tiene una liga muy "interesante", por decirlo así, con el mismísimo gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, pues el secretario de Juventud y Deportes es ni más ni menos que su hermano y había una intención mayúscula desde la cúpula estatal para que Cafetaleros ascendiera y así olvidarse de Jaguares.

Habrá que ver cómo toman en las altas esferas este fracaso, no vaya a ser que algunos sean removidos de sus funciones.

Por lo pronto Jaguares puede sonreír, en una de esas va a tener que seguir en Tuxtla Gutiérrez.

 
 
 
'¿Qué fue, qué fue?'
 
 
Para el América-Monterrey el silbante Fernando Hernández fue malaconsejado y por ello cometió una pifia en contra de las Águilas.

Quienes vieron el juego sabrán que al 8' Pablo Aguilar "derribó" en el área a Rogelio Funes Mori, jugada que derivó en un penal a favor de Rayados y con el que se fueron al frente.

El yerro para el colegiado fue que se encontraba muy atrás de la jugada y al momento de la caída su primera reacción fue correr a la zona mientras por el intercomunicador le decía al auxiliar 2, Alejandro Ayala, "¡Qué fue, qué fue, dime qué fue?", refiriéndose a si era o no falta sancionable para pena máxima.

Su colega le comentó que sí fue falta, por lo cual Hernández se sintió con más confianza para señalar el punto penal y así afectar a las Águilas.

 
 
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