Los números son una parte vital para cualquier análisis y en Estados Unidos existe una cultura que invita a hacer cuentas.
La Selección de ese país perdió frente a Guatemala después de 21 enfrentamientos desde 1988 y lo hizo por primera vez en partido eliminatorio, fase en la que se han encontrado 13 veces.
No es la caída frente a Guatemala un accidente. El equipo de Jürgen
Klinsmann pasa por malos momentos que le han hecho caer al tercer lugar de su grupo en la Eliminatoria, por debajo de Trinidad Tobago y de los propios guatemaltecos.
En las Eliminatorias de la zona para asistir a los Juegos Olímpicos, está jugando Repesca contra Colombia -logró un buen empate como visitante y ahora recibirá en casa- porque terminó en tercer lugar del grupo, debajo de México y Honduras. El sufrimiento no parece ser tan casual.
De los tres grupos de Concacaf que arrojarán a los participantes en el Hexagonal en que se pelearán tres boletos y medio para el Mundial de Rusia, el Tri es el único que tiene marcha perfecta.
Al paquete completo de partidos que debe jugar cada equipo en la zona le faltan tres de la Cuarta Ronda -la actual, que finalizará en septiembre- y los 10 del Hexagonal, que nos suele sacar canas verdes.
Falta por lo tanto, mucho tiempo. Y si el estadístico Jorge Witker nos recuerda que México arrancó con el mismo paso perfecto en tres partidos hace cuatro años y que Estados Unidos empezó con una derrota frente a Jamaica y luego en el Hexagonal ayudó a que el Tri clasificara, hay que revisar también la nómina de cada uno.
Esto quiere decir que aunque la sensación de tranquilidad la vivimos también en esta etapa conducida por el "Chepo", cambiaron las cosas para llegar sufriendo a Brasil.
Será hasta 2017 que se juegue el Hexagonal y es posible que ciertos equipos compongan su actual postura. Para algunos como Honduras o El Salvador, rivales tradicionales, puede ser, sin embargo, demasiado tarde porque el tren se les está yendo. Para otros como Costa Rica y hasta el propio Canadá -por falta de quórum- el trámite se puede facilitar. A Estados Unidos se le extrañaría. No sería lo mismo una serie sin ellos porque el buen rival obliga a ser mejor. Deberán componerse a partir de mañana con un triunfo sobre Guatemala que les devuelva el aliento.
Mas allá de lo mal que estén los demás, este Tri goza de cabal salud. El deseo es que la mantenga en la hora decisiva.
Hace mucho que no hay clasificación tranquila a los Mundiales y suponer que ocurra esta vez tiene argumentos que superan las buenas intenciones.
México tiene una generación prometedora en la que hay que creer.
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