San Cadilla
en CANCHA


Invitado, a fuerzas
 
Pues me enteré por ahí que a Pumas no le cayó nada bien todo el relajo de ir a Oaxaca en esta Fecha FIFA a inaugurarles el estadio a los Alebrijes.

Los jugadores y el propio cuerpo técnico llevan un acumulado de viajes y partidos choncho por su presencia en la Liga MX y en la Copa Libertadores, así que les cayó en la punta del hígado que les endilgaran un

viaje más, cuando no era necesario, y lo que deseaban era parar de jugar un poquito y agarrar aire para lo que viene.

Pero resulta que a alguien de la Liga MX se le ocurrió la gran idea de "recomendarle" a Oaxaca que eligiera a Pumas para la inauguración, con todo y que ese alguien bien sabía de la carga que traen los felinos.

Desde arriba llegó la orden para los Pumas de asistir a este juego y no les quedó otra, aunque hayan refunfuñado desde el director técnico hasta los suplentes, a quienes también traen de un lado para otro con esto de alternar a los equipos.

Tal parece que después de jugar el domingo por la tarde, el cuadro auriazul inmediatamente se retachará de Oaxaca a la Ciudad de México para llegar en la madrugada, lo que implicará un desgaste adicional al que ya llevan en las piernas, espaldas y hasta en las asentaderas.

Así que advertidos están mis amigos de Alebrijes, por si en su fiesta notan que el "invitado de lujo" se la pasa toda la tarde con cara de pocos amigos.

 
 
Pobre Brian...

 
Pues nada, que Brian Lozano ya hasta les comentó a sus familiares que radican en Uruguay que está dispuesto a dar una lana de gratificación a quien le dé noticias sobre el paradero de la medalla de oro que ganó en los Juegos Panamericanos de Toronto, porque los amigos de lo ajeno se adueñaron de su presea, lo cual bajoneó al volante azulcrema.

Algunos seres queridos le dijeron que lo mejor es esperar a que pasen unos días y ver si en las casas de empeño alguien se aparece a intentar colocarla.

En Uruguay, el tema ha causado indignación, porque el joven volante del América es un chico que ha luchado a brazo partido contra la pobreza, que supo levantarse de la nada y que nunca erró el camino.

Por eso le duele que se hayan llevado dicha posesión, pues la gente que se la robó no tiene ni idea de todo el esfuerzo que hay detrás de un logro como éste.

Su padre estuvo de visita hace unos días en México y confesó que pasaron muchas carencias cuando el joven era niño, pero que si algo le enseñó en la vida fue el valor de la honradez.

Ojalá aparezca la medalla de Brian.

 
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