Sobre los jugadores
Por más que Gustavo Costas no ha podido enderezar el barco, la directiva del Atlas sigue convencida en que el problema está en los jugadores.
Los dirigentes creen que dejarle el equipo a alguien más solucionará muy poco del accionar, incluso si al que dejan es al auxiliar Francisco Ramírez, quien no tendría empacho en agarrar el equipo porque al
cabo que a él lo contrató Gustavo Guzmán y es "institucional".
El caso es que donde seguirán apretando es con los jugadores, sobre todo la defensa, que da más facilidades que Elektra, pero eso no significa que no anden buscando opciones en el mercado sudamericano o que no le hayan llamado a algún DT mexicano sin chamba para sondearlo.
El "Cepillín" ya probó de todo y sus cábalas de toda la vida nomás no funcionan, el rosario y el cronómetro no le han hecho ningún milagro, tampoco el cambio de banca y vestidor.
Ayer de plano salió de traje y dejó su pants en el clóset, pero el Cruz Azul fue más poderoso que el cambio de vestimenta del argentino, quien, por cierto, no quiso contestarle a Tomás Boy al final del juego, cuando le dijo que la Liga MX no era para cualquiera... bueno, tampoco quiso responderle en la cancha, donde le ganó fácilmente la partida.
Digo, tampoco es que al "Jefe" le quede chico el torneo mexicano, ¿verdad? porque no recuerdo haberlo visto celebrando algún título y eso que dirige desde 1989.
En fin, me parece que el descanso del asueto de hoy y la Semana Santa deberán quedar para después para el experto en "coaching", Juan Rodríguez. Ojalá tenga tiempo para todos.
Rafa solo
Y hablando del Atlas, a los que se les empieza a terminar la paciencia es a los aficionados.
Sí, son fieles, pero el sábado acabaron más que molestos con su equipo, tan es así que a los jugadores les dio miedito (¿o pavor?) acercarse a la Barra 51 para agradecerle su apoyo.
Al final del juego, Rafa Márquez se encaminó para dar las gracias, algo que ha sido común más allá del resultado, pero el sábado cuando llegó a la altura del área grande y escuchó los cánticos "motivadores", esos de que pongan más producto de gallina, volteó con sus compañeros a pedirles que lo acompañaran.
Pues el "Kaiser" será muy capitán y muy líder, pero como el miedo no anda en burro, prefirieron hacer como que la Virgen les hablaba y se fueron al vestidor haciéndole como mi "Tío Lolo" (si quieren luego les explico cómo le hacía, porque no tengo mucho espacio).
Eso sí, el defensor habrá cometido penaltis, faltas y fallas, pero no crean que está en un bajo nivel... al menos no según él. Ayer al llegar al ex DF para concentrarse con el Tri dejó claro que su equipo no ha podido estar a su altura.
Pues muy respetable y cada quien sus análisis, ¿no?
Cementero salado
Y ya para cerrar lo del sábado, los que se fueron recontentos fueron los de La Máquina.
Tras el triunfo facilito (así dijo Boy, no me estoy burlando de los atlistas) se fueron a festejar al famoso antro de moda La Santa, en esta Perla Tapatía.
Algunos como Joffre Guerrón, Marc Crosas, Fabio Santos y Guillermo Allison entraron para divertirse sanamente, lo cual a mí me parece bien, sobre todo después de ganar.
Pero resulta que no todos se divirtieron. El que traía la suerte de cabeza ese día era Joao Rojas, quien de entrada fue enviado a la banca, para después entrar de cambio nomás para ganar la prima (me refiero al premio, claro) y ya cuando sus compañeros estaban adentro que lo detienen en la entrada.
¿Los motivos? Pues sólo lo saben los cadeneros, pero me parece que la facha que traía no le ayudó nadita.
Digo, no soy experto en estilo de vestir, pero la neta a veces los futbolistas parecen andar vestidos para lavar carros más que de manera formal, pero bueno, ellos se sienten a la moda.
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