Desde 1863 hasta hoy las reglas que gobiernan el juego del futbol se han modificado, apenas, en una decena de ocasiones.
Las 17 grandes leyes que fueron escritas cuando se integró la primera asociación de clubes de Gran Bretaña, y han permanecido como la columna vertebral del deporte que se aplican tanto en una cancha de barrio como en el gran estadio.
Ahora, para hacerlas más
efectivas y precisas en sus interpretaciones, la International Football Association Board (IFAB) hizo más conciso el reglamento al eliminar unas 10 mil palabras. En esa nueva redacción de 12 mil palabras se incorporó un tono neutro que puede ser aplicado a los participantes (jugadores, entrenadores y árbitros) sin distinción de sexo.
Además, otra usanza añeja pasa a mejor vida: ya no es necesario mover el balón hacia delante para comenzar el partido, o para reiniciarlo después de un gol.
El año 2016 será recordado como el del pistoletazo para incluir una modificación, si no estrictamente al reglamento, a la forma de aplicarlo. La introducción del video para revisar algunas jugadas es cuestión de poco tiempo.
Por lo pronto, el año que viene se empezarán a experimentar sus pros y sus contras en algunas ligas del mundo. Por lo menos, una docena de ellas se han mostrado interesadas en aplicar la tecnología al servicio de las correctas decisiones arbitrales.
El nuevo presidente de la FIFA, Gianni Infantino, es mucho más favorable al cambio tecnológico que su antecesor Sep Blatter, quien siempre sostuvo que eliminar el fallo humano, o corregirlo, iba en detrimento de uno de los elementos que enciende la pasión futbolera: la polémica.
El ex árbitro italiano, Pierluigi Collina, coincide con Infantino en que deberá analizarse sin prisa los efectos de la revisión del video de una jugada y sus consecuencias, por ejemplo, en el flujo del partido.
Lo cierto es que la IFAB también se mueve conservadoramente en las reformas reglamentarias. El órgano conformado por las cuatro asociaciones británicas, como miembros permanentes, y por otros cuatros representantes de la FIFA decide cada cambio con un mínimo de seis votos a favor.
En este caso la aplicación del video se haría en cuatro circunstancias discutidas: goles, expulsiones, penalti e identificación de un infractor.
Permanece fuera de la revisión por video el controversial fuera de juego.
"Tenemos que modernizar las reglas del offside. Actualmente, el trabajo de los asistentes está en los límites de lo que puede dar el ojo humano. Comparar el pie con la cabeza, a diferentes niveles y con pocos centímetros de diferencia, es verdaderamente imposible", ha dicho Collina.
Si la tendencia sigue sus consejos, será otra oportunidad para la renovación. ¿De nuevas definiciones o de ayuda tecnológica?
Como pasa en los partidos: habrá que ver.
homero.fernandez@reforma.com
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